Por más que lean a Moisés, el velo cubre su entendimiento hasta hoy, pero al que se vuelva al Señor se le quita el velo. El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, por ser ésta la obra del Señor-espíritu. Ese es nuestro ministerio, y como lo tenemos por gracia de Dios, no nos desanimamos. Si a pesar de eso permanece oscuro el Evangelio que proclamamos, la oscuridad es para los que se pierden. Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios. No nos pregonamos a nosotros mismos, sino que proclamamos a Cristo Jesús como Señor; y nosotros somos servidores de ustedes por Jesús. El mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que se hizo luz en nuestros corazones, para que se irradie la gloria de Dios tal como brilla en el rostro de Cristo. June 11, 2013 at 05:00PM
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