
¿Qué es, pues, el infierno? El lugar de tormentos (Lucas, 16, 28), como le llamó el rico Epulón, lugar de tormentos, donde todos los sentidos y potencias del condenado han de tener su propio castigo, y donde aquel sentido que más hubiere servido de medio para ofender a Dios será más gravemente atormentado (Sabiduría 11, 17; Apocalipsis 18, 7). La vista padecerá el tormento de las tinieblas (Job 10, 21).
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