
Que llegue hasta mí tu misericordia, Señor, y tu salvación conforme a tu promesa. No quites de mi boca la palabra verdadera, porque puse mi esperanza en tus juicios. Yo cumpliré fielmente tu ley: lo haré siempre, eternamente. Y caminaré por un camino espacioso, porque busco tus preceptos. Me deleitaré en tus mandamientos, que yo amo tanto. Elevaré mis manos hacia tus mandamientos y meditaré en tus preceptos.
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