
Ellos pisotean a tu pueblo, Señor, y oprimen a tu herencia; matan a la viuda y al extranjero, asesinan a los huérfanos; Y exclaman: “El Señor no lo ve, no se da cuenta el Dios de Jacob”. ¡Entiendan, los más necios del pueblo! y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán? El que hizo el oído, ¿no va a escuchar? El que formó los ojos, ¿será incapaz de ver? ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones y da a los hombres el conocimiento? Porque el Señor no abandona a su pueblo ni deja desamparada a su herencia: la justicia volverá a los tribunales y los rectos de corazón la seguirán.
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