
Tú hablaste una vez en una visión y dijiste a tus amigos: “Impuse la corona a un valiente, exalté a un guerrero del pueblo. «Encontré a David, mi servidor, y lo ungí con el óleo sagrado, para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga poderoso.» El me dirá: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Yo lo constituiré mi primogénito, el más alto de los reyes de la tierra.
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