No acabaron con los pueblos que el Señor les había ordenado; se mezclaron con los paganos y aprendieron sus modos de comportarse. Sirvieron a los ídolos, que fueron una trampa para ellos; sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios Se mancharon con esas acciones, se prostituyeron con tales prácticas. La cólera del Señor se encendió contra su pueblo y tuvo horror de su propia gente. ¡Cuántas veces no los liberó! Pero ellos, rebeldes a sus consejos, se sumían en su culpa. Mas apenas los veía en la miseria y escuchaba sus clamores, August 17, 2013 at 05:00PM
Publicar un comentario