Ártículos Más Recientes

10:59 a.m.
¡Escuchen la palabra del Señor, jefes de Sodoma! ¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! ¿Qué me importa la multitud de sus sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de la grasa de animales cebados; no quiero más sangre de toros, corderos y chivos. Cuando ustedes vienen a ver mi rostro, ¿quién les ha pedido que pisen mis atrios? No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, sábado, convocación a la asamblea... ¡no puedo aguantar la falsedad y la fiesta! Sus lunas nuevas y solemnidades las detesto con toda mi alma; se han vuelto para mí una carga que estoy cansado de soportar. Cuando extienden sus manos, yo cierro los ojos; por más que multipliquen las plegarias, yo no escucho: ¡las manos de ustedes están llenas de sangre! ¡Lávense, purifíquense, aparten de mi vista la maldad de sus acciones! ¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda!

10:59 a.m.
No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia! Pero yo no necesito los novillos de tu casa ni los cabritos de tus corrales. Pero al impío Dios le dice: «¿Por qué vas repitiendo mis preceptos, y andas siempre hablando de religión, "¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos y a mencionar mi alianza con tu boca, tú, que aborreces toda enseñanza y te despreocupas de mis palabras? Haces esto, ¿y yo me voy a callar? ¿Piensas acaso que soy como tú? Te acusaré y te argüiré cara a cara. El que ofrece sacrificios de alabanza, me honra de verdad; y al que va por el buen camino, le haré gustar la salvación de Dios."

10:59 a.m.
Jesús dijo a sus apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo. Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa". Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región.

10:58 a.m.
El Señor dirige estas palabras a los que están ardiendo de amor, o mejor dicho, a los que él quiere encender en este amor. Nuestro Señor no ha destruido sino que ha ordenado el amor debido a los padres, a la esposa, a los hijos. No ha dicho: “El que los ama...” sino “el que los ama más que a mí”... Ama a tu padre, pero ama más al Señor. Ama a los que te han engendrado, pero ama todavía más a aquel que te ha creado. Tus padres te han dado la vida, pero no te han creado, porque no sabían, al engendrarte, quien serías o qué llegarías a ser. Tus padres te han alimentado, pero no son el origen del pan que sacia tu hambre. En fin, tu padre tiene que morir para que tú puedas heredar sus bienes, pero tú participarás en la herencia de Dios viviendo con él por toda la eternidad. Ama, pues, a tu padre, pero no más que a Dios, ama a tu madre, pero no más que a la Iglesia que te ha engendrado para la vida eterna. .. En efecto, si debemos gratitud a los que te han engendrado a una vida mortal ¿qué amor no deberás a los que te han engendrado para la vida eterna? Ama a tu esposa, ama a tus hijos según Dios, para llevarlos a servir a Dios contigo, y unidos a él, no temeréis la separación. Tu amor a tu familia sería muy imperfecto si no condujeras a sus miembros a Dios... Toma la cruz y sigue al Señor. Tu Salvador en persona, Dios en la carne, revestido de carne, también mostró sus sentimientos humanos cuando dice: “Padre mío, si es posible que pase de mí esta copa de amargura” (Mt 26,39)... La naturaleza de siervo con que se ha revestido el Señor, se expresa en la voz del hombre, la voz de la carne. Ha tomado tu voz para expresar tu debilidad y para darte fuerzas... y mostrar cuál es la voluntad que hay que preferir.

2:25 a.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount


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             *”Verbum Spei”*

    _”Palabra de Esperanza”_

   

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*15° Domingo Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Lucas 10, 25-37*
En aquel tiempo, se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

-Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

El le dijo: -¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?

El letrado contestó: -«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.»

El le dijo: -Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida. Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús:

-¿Y quién es mi prójimo? Jesús dijo: -Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.

Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: -Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta.

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos? El letrado contestó:-El que practicó la misericordia con él. Le dijo Jesús: Anda, haz tú lo mismo. 

*Reflexión:*

El buen samaritano se acerca a aquél hombre herido -lo primero que hay que hacer es acercarse al hermano sufriente-, le vendó las heridas –hizo lo que sabía y lo que podía– y después lo llevó a la posada para que lo atendieran –lo puso en manos de aquellas personas que podían ayudarlo mejor que él para que se repusiera totalmente– y además de hacerse cargo de los gastos, prometió volver para visitarlo. La posada es el símbolo de aquellos organismos que dan, o deben dar cobijo a los pobres e indigentes. La Iglesia debe ser esa posada, esa casa acogedora, en donde es posible rehabilitarse como persona. Nuestra comunidad parroquial debe ser esa posada abierta a todos, donde es posible encontrar la medicina material o espiritual que el enfermo necesita. Y tuvo que ser un samaritano, alguien peor que un extranjero, el que practicara con él la misericordia. Recuerdo ahora la hermosura del significado de esta palabra: “poner el corazón en la miseria”. El samaritano puso su corazón en la miseria y pobreza de aquél hombre.

Esta parábola del hombre malherido por los ladrones camino de Jericó es toda una enseñanza muy fuerte, muy radical, de Jesús de Nazaret contra la religión oficial judía. Los “malos”, los que no atienden al moribundo, son dos miembros de la élite religiosa de Israel. Quien recoge al herido, le lleva a la posada y da dinero para que el posadero le cuide es un hereje, un samaritano, un excomulgado, pero es quien se apiada del hombre robado, apaleado gravemente herido. Sin duda, explica Jesús muy bien quien es nuestro prójimo, pero también recuerda la falta de humanidad y de amor de quienes deberíamos estar más entregados a la ayuda de los más necesitados.

*Oración:*

Señor Jesús, te doy gracias por todo acto de bondad y de compasión que pones en mi corazón para que aprenda amar a ejemplo del samaritano y sea manso y humilde de corazón. Amén. 
*Acción:*

Hoy caminaré más despacio y me detendré para ayudar a quien lo necesite por el camino a ejemplo del samaritano.

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          *”Nuntium Verbi Dei”*

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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