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Source: https://www.spreaker.com/user/fraynelson/las-vidas-de-los-santos-son-como-paginas Dios tiene mucho que decirnos a través de los santos, Dios y nos habla con muchos lenguajes , en el lenguaje de la naturaleza, con su belleza su bondad y su grandeza. -Se revela también en la Sagrada Escritura que en el fondo es una historia de amor, que nos revela la obstinación de Dios buscando a la oveja perdida. -El recorrido de la Sagrada Escritura nos invita a descubrir al Señor no como algo afuera de nosotros, sino como una realidad, una verdad que quiere estar en lo más profundo de nuestro ser. Yo leo a la Biblia pero la Biblia me lee. -En el libro de la naturaleza, en el libro de la creación,en el libro de la Escritura, en el misterio del silencio del recogimiento y la oración, nos acercamos a Dios. -Dios nos habla también a través de aquellas personas que de algún modo han hecho realidad el Evangelio. -El Evangelio no es fábula, cuento de hadas, utopía social, fantasía personal. El Evangelio es un camino por el que Dios ha venido a nosotros y por el que nosotros vamos hacia Dios. - Mantenerse en la humildad,la pureza, la sinceridad, generosidad, alegría no es fácil, por eso fácilmente nos desanimamos y nos acostumbramos a llevar una vida apenas buena (racionalización). -El que no vive como piensa, empieza a pensar como vive. -Dios en su providencia nos envía algunas personas que nos chocan como de frente, pero no con violencia, sino con la fuerza del testimonio y de la oración. -Cuando vemos personas que todo lo entregan por Cristo eso nos impacta, porque tomaron a Cristo en serio. A nosotros nos han derribado vientecitos y a ellos no los derribaron ni los huracanes. -El testimonio de los santos es como si de las páginas del Evangelio se arrancara una página y se fuera volando hasta llegar a tu vida, ellos salieron de su comodidad, de su mediocridad, los que combatieron el buen combate de la fe, son páginas del Evangelio. -El cuarto libro por el que Dios nos habla son las vidas de los santos. BIENES QUE NOS TRAEN LOS SANTOS. 1.-Cada uno de ellos es una historia de misericordia, ellos estaban hechos del mismo barro que nosotros, muchos vivieron en pecado, pero fueron rescatados por el amor de Dios.(San Francisco, San Agustín etc.) -Si Dios hizo esas maravillas en esas personas, Dios puede hacer maravillas en todos nosotros, porque los santos están en todos los caminos. -Hay santos misioneros, contemplativos, introvertidos, extrovertidos, melancólicos,coléricos, de intelecto privilegiado, con grandes limitaciones, todos ellos son páginas del Evangelio a través de los siglos. 2.- Una gran parte de los santos han dejado escritos, oraciones, meditaciones, pensamientos, reglas o constituciones para comunidades religiosas, tratados de teología, escritos espirituales. -Santa Catalina de Siena dejó El Diálogo de la Divina Providencia. -Es importante que los santos nos hayan dejado esos escritos porque ellos son fuentes limpias. -Desconocemos los tesoros que tenemos y estamos leyendo otras cosas : auto superación, meditación trascendental, Nueva Era y ponemos en peligro nuestra fe porque no conocemos las fuentes limpias. -Cómo pido que me lean la mano, si lo que tengo que leer es la mano de Dios en la que está escrito mi nombre. - Los santos son doctrina segura, son agua limpia, clara, que no daña, porque hay aguas dulces que envenenan. -Padres y Doctores de la Iglesia son los escritos que tenemos que leer. 3.-La comunión de los santos nos indica que hay una verdadera circulación de amor entre ellos y nosotros. -Los santos son amigos fuertes de Dios y de nosotros. Ellos no son recuerdos, no son escritos, son amigos. -Los santos no están muertos, están vivos y a medida que uno va fortaleciendo una relación de amistad entre los santos se da cuenta que de nosotros no necesitan, ya tienen a Dios, pero en razón de la gloria de Dios, ellos nos aman. -Ellos anhelan la gloria de Dios, por eso desean la plenitud de nuestra conversión, porque bien saben que nuestra felicidad está en Dios. - Conocer los santos es conocer amigos fuertes. -Los santos de Dios quieren ser nuestros amigos.


10:45 a.m.


Queridos hermanos: Exhorto a los presbíteros que están entre ustedes, siendo yo presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo y copartícipe de la gloria que va a ser revelada. Apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño. Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria.

10:45 a.m.


El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas Él me hace descansar en verdes praderas. me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. y repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.

10:45 a.m.


Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas". "Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?". Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

10:45 a.m.


«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Este nombre de Pedro le fue dado porque fue el primero que puso los fundamentos de la fe en las naciones, y es la roca indestructible sobre la que descansan los cimientos y el conjunto del edificio de Jesucristo. Se llama Pedro por su fidelidad, y el Señor recibe este mismo nombre por su poder, según lo dice san Pablo: «Todos bebieron la misma bebida espiritual pues bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo» (1C 10,4). Sí, el apóstol escogido para ser el colaborador de su obra mereció compartir un mismo nombre espiritual con Cristo. Juntos han construido el mismo edificio. Es Pedro quien planta, es el Señor quien da el crecimiento, es también el Señor quien envía a los que han de regar (cf 1Co 3,6s). Lo sabéis, mis amados hermanos, es a partir de sus propias faltas, en el momento en que sufría su Salvador, que el bienaventurado Pedro fue elevado. Es después de haber negado al Señor que llegó a ser el primero junto a él. Volviéndose más fiel al llorar la fe que había traicionado, recibió una gracia todavía más grande que la que había perdido. Cristo le confió su rebaño para que lo condujera como el buen pastor y él, que había sido débil, se convirtió en el sostén de todos. Él que, preguntado sobre su fe, había sucumbido, tuvo que establecer sólidamente a los demás en el fundamento inquebrantable de la fe. Es por eso que es llamado la piedra fundamental de la piedad de las Iglesias.

Hermanos Franciscanos

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