lunes 20 Febrero 2017 : Libro de Eclesiástico 1,1-10.

*”Verbum Spei”*
_”Palabra de Esperanza”_
*7° Domingo Tiempo Ordinario*
*El Evangelio de hoy*
*Mateo 5, 38-48*
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda.
Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto».
*Reflexión:*
La revolución de Jesús de Nazaret está precisamente en aplicar un amor sin medida. Y amar a los enemigos es, probablemente, el mayor sacrificio que el Señor puede pedirnos. Se ha puesto muchas veces un ejemplo: ¿podemos amar a los terroristas que cobardemente han asesinado a un buen número de inocentes? Será un esfuerzo sobrehumano que nos pide el Hijo de Dios que murió –en el terrible martirio de la Cruz— perdonando a sus verdugos y a los inductores de tal crimen. Queda claro que el seguimiento de Jesús de Nazaret no es fácil. La respuesta en clave de amor a los actos llenos de odio es un seguro de paz. Eso es el amor.
El amor perfecto es amar a todos, porque Dios, nuestro padre celestial ama a todos y “hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos”.
Esto es lo que nosotros debemos querer para todos, incluidos nuestros enemigos, y esta es la perfección a la que Jesús nos llama. Una persona es moralmente perfecta, acabada y madura, cuando ha alcanzado la perfección a la que está llamada, de acuerdo con las posibilidades de su naturaleza. A esta perfección, a la nuestra, es a la que debemos aspirar.
*Oración:*
Señor Jesús, concédeme la gracia de aceptar, perdonar y amar a todos por igual, y enséñanos amar a los enemigos y ayúdanos a ser perfectos como tu Padre Celestial. Amén.
*Acción:*
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. No te vengues ni guardes rencor con nadie. Ama a tu prójimo como a ti mismo.
*”Nuntium Verbi Dei”*
_”Mensaje de la palabra de Dios”_