
Meditación sobre el evangelio del sábado de la semana XXIV del Tiempo Ordinario: la parábola del sembrador. Una de las primeras palabras que nos habla de lo que podemos esperar en nuestro apostolado, en la evangelización: aunque haya tierra que no da fruto, pájaros, espinas y pedregales, lo cierto es que también hay buena tierra que da el ciento por uno. El problema no es de la semilla ni del sembrador, sino de la tierra. Y la tierra son los corazones. Esperanza. Sembrar a voleo.
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