
* El hecho de que haya tantas verdades que nos resultan duras nos puede hacer creer que si una noticia es más amarga contiene más verdad. * Esta clase de sesgos hace que nos inclinemos a sospechar de las noticias que recibimos y a dar más fe a las que traen mayor carga de culpa o de daño, es decir, las teorías de conspiración. * Las características típicas de las teorías de conspiración incluyen: la revelación de secretos hasta ahora ocultos, el tener fuentes exclusivas y el convertir cualquier negación en un argumento sobre la malicia de los que supuestamente se están escondiendo.
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