
¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro, cuando me rodea la maldad de mis opresores, de esos que confían en sus riquezas y se jactan de su gran fortuna? No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación, el precio de su rescate es demasiado caro, y todos desaparecerán para siempre. para poder seguir viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro: No te preocupes cuando un hombre se enriquece o aumenta el esplendor de su casa: cuando muera, no podrá llevarse nada, su esplendor no bajará con él. Aunque en vida se congratulaba, diciendo: “Te alabarán porque lo pasas bien”, igual irá a reunirse con sus antepasados, con esos que nunca verán la luz.
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