jueves 6 Diciembre 2018 : Commentary San Juan de la Cruz

10:47 a.m.


     Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma.      Hable poco, y en cosas que no es preguntado no se meta.      No se queje de nadie; no pregunte cosa alguna, y si le fuere necesario preguntar, sea con pocas palabras.      No contradiga. En ninguna manera hable palabras que no vayan limpias.      Lo que hablare sea de manera que no sea nadie ofendido, y que sea en cosas que no le pueda pesar que lo sepan todos.      Calle lo que Dios le diere y acuérdese de aquel dicho de la esposa: Mi secreto para mí (Is. 24, 16).      Procure conservar el corazón en paz; no le desasosiegue ningún suceso de este mundo; mire que todo se ha de acabar.      No apaciente el espíritu en otra cosa que en Dios. Deseche las advertencias de las cosas y traiga paz y recogimiento en el corazón.      Traiga sosiego espiritual en advertencia de Dios amorosa; y cuando fuere necesario hablar, sea con el mismo sosiego y paz.      Traiga interior desasimiento a todas las cosas y no ponga el gusto en alguna temporalidad, y recogerá su alma a los bienes que no sabe.      El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.      El amor no consiste en sentir grandes cosas, sino en tener grande desnudez y padecer por el Amado.
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