
Evangelio del día y lecturas sábado 27 de Octubre de 2018 Semana XXIX Tiempo Ordinario Ciclo B Primera Lectura: De la carta del apóstol san pablo a los Efesios 4,7.11-16 Salmo 121, 1-2.3-4a.4b-5 R/. Vamos alegres a la casa del Señor Evangelio según San Lucas 13, 1-9 Lecturas del Sábado de la 29ª semana del Tiempo Ordinario Sábado, 27 de octubre de 2018 Primera lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,7. 11-16: Hermanos: Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo. Así, ya no seremos como niños, zarandeados por las olas y llevados de un lado para otro por el viento de cualquier doctrina, a merced de hombres malvados y astutos, que conducen engañosamente al error. Por el contrario, viviendo sinceramente en el amor, creceremos en todos sentidos, unidos a aquel que es la cabeza: Cristo. De él, todo el cuerpo recibe su organización, su cohesión y su vida, según la actividad propia de cada una de las partes, y así el cuerpo va creciendo y construyéndose por medio del amor. Palabra de Dios Salmo 121,1-2.3-4a.4b-5 R/. Vamos alegres a la casa del Señor ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. R/. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/. Evangelio Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,1-9: En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.» Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas."» Palabra del Señor
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