
Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él hará su obra; hará brillar tu justicia como el sol y tu derecho, como la luz del mediodía. La boca del justo expresa sabiduría y su lengua dice lo que es recto: la ley de Dios está en su corazón y sus pasos no vacilan. La salvación de los justos viene del Señor, él es su refugio en el momento del peligro; el Señor los ayuda y los libera, los salva porque confiaron en él.
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