
Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! Todas las naciones que has creado vendrán a postrarse delante de ti, y glorificarán tu Nombre, Señor, porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace maravillas. Pero tú, Señor, Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarte, rico en amor y fidelidad, vuélvete a mí y ten piedad de mí, otórgale tu fuerza a tu servidor y salva al hijo de tu sierva,
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