
¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha. Si dijera: “¡Que me cubran las tinieblas y la luz sea como la noche a mi alrededor!”, Mas para ti no son oscuras las tinieblas y la noche es luminosa como el día.
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