noviembre 2013

11:07 a.m.
Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén: Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán; ¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! El nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas". Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. El será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. ¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor! November 29, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
Me puse alegre cuando me dijeron: «¡Vamos a la casa del Señor!» Ahora nuestros pasos se detienen delante de tus puertas, Jerusalén. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, la asamblea de Israel, para alabar el Nombre del Señor. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, la asamblea de Israel, para alabar el Nombre del Señor. Pues allí están las cortes de justicia, los ministerios de la casa de David. Para Jerusalén pidan la paz: «¡Que vivan tranquilos los que te aman! ¡Que la paz guarde tus muros y haya seguridad en tus palacios!» Por mis hermanos y por mis amigos quiero decir: «¡La paz esté contigo!» Por la casa del Señor nuestro Dios, pido para ti la felicidad. November 29, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne. November 29, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. November 29, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
Justo es, hermanos, que celebréis con toda devoción el Adviento del Señor, deleitados por tanta consolación, asombrados por tanta dignación, inflamados con tanta dilección. Pero no penséis únicamente en la primera venida, cuando el Señor viene a buscar y a salvar lo que estaba perdido (Lc 19,10), sino también en la segunda, cuando volverá y nos llevará consigo. ¡Ojalá hagáis objeto de vuestras continuas meditaciones estas dos venidas, rumiando en vuestros corazones cuánto nos dio en la primera y cuánto nos ha prometido en la segunda! Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Aquéllas son visibles, pero ésta no. En la primera, el Señor se manifestó en la tierra y convivió con los hombres (Ba 3,38)…; En la última, “todos verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron” (Lc 3,6; Is 40,5)… La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así sus almas se salvan. De manera que, en la primera venida, el Señor vino en carne y debilidad; en esta segunda, en espíritu y poder; y en la última, en gloria y majestad. Esta venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo. November 29, 2013 at 05:00PM

11:54 p.m.
Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.

Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.


Oración introductoria


Ven Espíritu Santo, dame la luz para aguardar, en silencio, el llamado que Jesús quiera darme en esta oración. Fortalece mi espíritu para que sepa responder rápida y eficazmente, con generosidad y amor, a lo que Dios, en su Divina Providencia, quiera pedirme.


Petición


Señor, quiero seguirte, conviérteme en un auténtico discípulo y misionero de tu amor.


Meditación del Papa


Dios nos acompaña, Dios nos llama por nuestro nombre, Dios nos promete una descendencia. Y esta es un poco la seguridad del cristiano. ¡No es una casualidad, es una llamada! Una llamada que nos hace seguir adelante. Ser cristiano es un llamado de amor, de amistad; una llamada a convertirse en hijo de Dios, hermano de Jesús; a ser fecundo en la transmisión de esta llamada a los demás, a ser instrumentos de esta llamada. Hay tantos problemas, hay momentos difíciles: ¡Jesús ha pasado por tantos! Pero siempre con esa confianza: El Señor me ha llamado. El Señor es como yo. El Señor me ha prometido. Dios es fiel, pues Él nunca puede renegar de sí mismo: Él es la lealtad. Y pensando en esta pasaje donde Abraham es ungido como padre, por primera vez, padre de los pueblos, pensamos también en nosotros que hemos sido ungidos en el Bautismo, y pensamos en nuestra vida cristiana. (cf S.S. Francisco,25 de junio de 2013)


Reflexión


Dos grupos de hermanos presenta nuestro Evangelio de hoy, quizás insinuándonos que las cosas para Dios tienen caminos tan singulares como llamar a todo el "futuro" de una familia. Pero si es Cristo quien llama... El sabe de sobra lo que hace. Y lo que hacía con la familia de Pedro y de Santiago era algo verdaderamente espectacular.


Andrés, el pequeño hermano de Pedro. ¡Quién lo fuera a pensar! De esos dos hombres habría de sacar la roca donde edificar la Santa Madre Iglesia. Efectivamente, porque otro pasaje, el que nos refiere Juan en su primer capítulo, nos presenta a los dos hermanos menores que se les ocurre seguir a Cristo, le conocen y ellos, terriblemente impresionados de ese singular Hombre que es Jesús, se lo cuentan a sus respectivos hermanos, que debieron ser hombres recios pues eran pescadores, y de gran corazón.


¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? O pongamos que lo hubiese seguido, ¿si no le hubiese dicho nada a Pedro? Era legítimo que se callase. El había encontrado al Señor y Pedro era ciertamente su hermano pero nada más. Pero cuando uno conoce a Cristo inevitablemente lo da a conocer. De no haberlo hecho no tendríamos quizás a Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia.


Sin embargo Andrés comprendió bien lo que significaba haber estado con el Señor. Tenía que mostrárselo a fuerzas a su hermano, tenía que llevarlo a su presencia como lo hizo, aunque Pedro se la estuviera pasando muy bien entre sus pescados, aunque fuera el "hombre" de la casa, aunque no aparentara tener mucha resonancia interior.


Andrés es, pues, el que lo conduce a Cristo, es el que nos hizo el favor de poder tener a ese Pedro tan bueno entre nosotros. Y tan buen hermano fue que no sólo fue apóstol como su hermano sino que dio su vida en la cruz y fundó (así es estimado en las iglesias de oriente) con su sangre la fe de tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, tendremos algún día el gusto de abrazar en la plena comunión con Roma. Andrés, buen ejemplo.


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Conoce más acerca de la Fiesta de San Andrés apóstol que hoy celebramos.




Celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción el 8 de Diciembre, empieza a rezar la Novena a la Inmaculada Concepción



November 29, 2013 at 11:20PM

11:08 a.m.
Hermanos: Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación. Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido. Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan. Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación? La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo. Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo. November 28, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. November 28, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
“¡Oh cruz largo tiempo deseada, ahora te acercas a mí para satisfacer las aspiraciones de mi alma! Vengo a ti lleno de gozo y certeza. Recíbeme con alegría, a mí, el discípulo de aquél que estuvo colgado de tus brazos...”. Según la tradición, así hablaba san Andrés viendo de lejos la cruz levantada para su suplicio. ¿De dónde le venían a ese hombre un gozo y una exultación tan sorprendentes? ¿De dónde le venía tanta constancia en un ser tan frágil? ¿De dónde le procedían, a este hombre, un alma tan espiritual, una caridad tan ardiente y una voluntad tan fuerte? No pensemos que sacaba de sí mismo tanta valentía; era el don perfecto procedente del Padre de las luces (Jm 1,17), de aquél que sólo él puede hacer tanta maravilla. Era el Espíritu Santo que venía en ayuda de su debilidad, y que difundía en su corazón una caridad fuerte como la muerte, o mejor dicho, más fuerte que la muerte (Ct 8,6). ¡Dios quiera que hoy también nosotros tengamos parte en este Espíritu! Porque si ahora nos es doloroso el esfuerzo de la conversión, si nos enoja velar, es únicamente por el hecho de nuestra indigencia espiritual. Si tuviéramos presente al Espíritu santo, seguro que él vendría en ayuda de nuestra debilidad. Lo mismo que ha hecho por san Andrés frente a la cruz y la muerte, lo haría igualmente por nosotros: quitando al trabajo de la conversión su carácter doloroso, lo convertiría en deseable e incluso en delicioso... Hermanos, busquemos con ahínco este Espíritu, pongamos todo nuestro cuidado para lograrlo, o para poseerlo más plenamente si ya lo tenemos. Porque “el que no posee el Espíritu de Cristo no pertenece a Cristo” (Rm 8,9)... Debemos, pues, tomar nuestra cruz con san Andrés, o mejor aún con aquél que él ha seguido, el Señor, nuestro Salvador. La causa de su gozo era porque moría no solamente por Él sino como Él, y que, unido tan íntimamente con su muerte, reinaría con Él... Porque nuestra salvación está sobre esta cruz. November 28, 2013 at 05:00PM

12:40 a.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33

Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.


Oración introductoria


Espíritu Santo, te pido el don de ciencia para valorar las cosas humanas en relación a mi último fin y para saber discernir lo que debo hacer en cada momento. En este momento de oración, ayúdame a guardar el silencio necesario para agradarte y escuchar lo que hoy me quieres decir.


Petición


Señor, dame fortaleza, para buscar con constancia la santidad.


Meditación del Papa Francisco


¿Cuál es la finalidad de este pueblo? El fin es el Reino de Dios, iniciado en la tierra por Dios mismo y que debe ser ampliado hasta su realización, cuando venga Cristo, nuestra vida. El fin, entonces, es la comunión plena con el Señor, la familiaridad con el Señor, entrar en su misma vida divina, donde viviremos la alegría de su amor sin medida, un gozo pleno. Queridos hermanos y hermanas, ser Iglesia, ser pueblo de Dios, según el gran designio de amor del Padre, quiere decir ser el fermento de Dios en esta humanidad nuestra, quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios a este mundo nuestro, que a menudo está desorientado, necesitado de tener respuestas que alienten, que donen esperanza y nuevo vigor en el camino. Que la Iglesia sea espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde cada uno se sienta acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio. Y para hacer sentir al otro acogido, amado, perdonado y alentado, la Iglesia debe tener las puertas abiertas para que todos puedan entrar. Y nosotros debemos salir por esas puertas y anunciar el Evangelio. (S.S. Francisco, 12 de junio de 2013)


Reflexión


La parábola de la higuera se sitúa prácticamente al final del discurso de Jesús sobre las señales del fin universal. Hace aproximadamente dos mil años que Cristo pronunció estas palabras, y no pueden ser más actuales. No hace falta detenerse demasiado en dicho discurso para encontrar rápidamente el paralelismo entre lo que Cristo nos describe y lo que nosotros vivimos en la actualidad. Ante tanta adversidad el mensaje de Cristo es, como siempre, esperanzador: "el Reino de Dios está cerca". Somos pues, hijos todos de la misma generación, descendientes de Adán y Eva, los expulsados del paraíso. Pero hijos principalmente de Dios, que nos dignifica a través de su Hijo Jesucristo y que nos muestra ya la higuera que retoña, es decir, el Reino naciente en cada corazón que le ama.


El tiempo ha demostrado la autenticidad de las palabras de Nuestro Señor: "El cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". Esta sorprendente expresión de Jesús está cargada de un profundo significado: nada perdura en el tiempo, sólo Él es eterno, sólo Él puede decir "siempre".


Por eso, nos equivocamos si centramos nuestra vida en lo estrictamente pasajero, material y efímero. Debemos anclarnos en Cristo, con Él no damos pasos en falso.


Desde luego, y estamos avisados, la senda es estrecha y espinada, y cuesta transitarla, pero vamos acompañados y guiados por el Maestro. Este pasaje nos llama a volver a la frescura del Evangelio, a buscar la autenticidad del mensaje cristiano, seguros de que no pasa, jamás se desfasa, ni es atemporal. A veces, nuestros prejuicios nos empujan a quedarnos en lo más superficial de lo que conforma nuestra fe; nos ocupamos con demasiada frecuencia de lo externo; estamos estancados en nuestra dimensión más horizontal, olvidándonos de que es la vertical la que nos conduce a las alturas.


Propósito


El Señor nos advierte: "mis palabras no pasarán", es nuestra responsabilidad no perder más el tiempo, el tiempo es un regalo de Dios de valor incalculable. Utilizarlo de cara a Él, obedeciendo su santa voluntad. He ahí la tarea del cristiano y lo único que puede darnos la felicidad.


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Prepárate para la Navidad: qué es el Adviento, cómo preparar la Corona, Pastorelas, oraciones, villancicos, novenas...

Especial de Navidad



November 29, 2013 at 12:20AM

11:08 a.m.
Daniel tomó la palabra y dijo: Yo miraba en mis visiones nocturnas, y vi los cuatro vientos del cielo que agitaban el gran mar. Y cuatro animales enormes, diferentes entre sí, emergieron del mar. El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre. Luego vi otro animal, el segundo, semejante a un oso; él estaba medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre sus dientes. Y le hablaban así: "¡Levántate, devora carne en abundancia!". Después de esto, yo estaba mirando y vi otro animal como un leopardo; tenía cuatro alas de pájaro sobre el dorso y también cuatro cabezas, y le fue dado el dominio. Después de esto, yo estaba mirando en las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y extremadamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el resto lo pisoteaba con las patas. Era diferente de todos los animales que lo habían precedido, y tenía diez cuernos. Yo observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia. Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros Yo miraba a causa de las insolencias que decía el cuerno: estuve mirando hasta que el animal fue muerto, y su cuerpo destrozado y entregado al ardor del fuego. También a los otros animales les fue retirado el dominio, pero se les permitió seguir viviendo por un momento y un tiempo. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido. November 27, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Montes y colinas, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Todo lo que germina en la tierra, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Fuentes, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Mares y ríos, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Aves todas del cielo, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Fieras y ganados, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. November 27, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Y Jesús les hizo esta comparación: "Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. November 27, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
La tierra que contemplamos no nos satisface. No es más que un comienzo; no es más que una promesa del más allá; incluso en su mayor alegría, cuando la tierra se abre a todas las flores y muestra todos sus tesoros escondidos de la forma más atractiva, incluso entonces, no nos es suficiente. Sabemos que la tierra encierra en si muchas mas cosas de las que podemos ver. Un mundo de santos y de ángeles, un mundo glorioso, palacio para Dios, la montaña del Señor de los Ejércitos, la Jerusalén celestial, el trono de Dios y de su Cristo, todas las maravillas eternas, preciosas, misteriosas e incomprensibles se esconden detrás de lo que vemos nosotros. Lo que vemos no es más que la corteza de un reino eterno; y sobre ese reino fijamos la mirada de nuestra fe. Muéstrate, Señor, como en el tiempo de Navidad, cuando te visitaron los pastores; que tu gloria se extienda como las flores y las ramas de los árboles. Todo el esplendor del sol, todo el cielo, las nubes, todo el verdor de los campos, la dulzura del canto de los pájaros no pueden contener el todo. No podremos nunca apropiarnos del todo. Todas estas cosas proceden de un centro de amor y de bondad que es Dios mismo; pero todas estas cosas no son su plenitud, hablan del cielo, pero no son el cielo; no son más que algunos rayos perdidos de su gloria, una débil réplica de su imagen; no son más que las migajas que caen de la mesa. November 27, 2013 at 05:00PM

11:55 p.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28

«Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación».


Oración introductoria


Señor Jesús, pasajes del Evangelio como el de hoy pueden parecer inquietantes en un primer momento. Pero sabiendo que tengo la enorme gracia de poder tener un momento de intimidad contigo en la oración, lo que hago es levantar la cabeza para estar dispuesto a escucharte, porque sé que Tú eres mi liberación.


Petición


Jesús, Tú eres mi esperanza, ¡aumenta mi confianza!


Meditación del Papa Francisco


Atención: no es un simple "oír" superficial, sino es "la escucha", acto de atención, de acogida, de disponibilidad hacia Dios. No es el modo distraído con el cual nosotros nos ponemos delante del Señor o ante los otros: oímos las palabras, pero no escuchamos realmente. María está atenta a Dios, escucha a Dios.

Pero María escucha también los hechos, es decir lee los acontecimientos de su vida, está atenta a la realidad concreta y no se para en la superficie, sino que va a lo profundo, para captar el significado. La pariente Isabel, que es ya anciana, espera un hijo: éste es el hecho. Pero María está atenta al significado, lo sabe comprender: "porque no hay nada imposible para Dios".

Esto también vale en nuestra vida: escucha de Dios que nos habla, y también escucha de la realidad cotidiana, atención a las personas, a los hechos, porque el Señor está en la puerta de nuestra vida y golpea en muchos modos, pone señales en nuestro camino; está en nosotros la capacidad de verlos. María es la madre de la escucha, escucha atenta de Dios y escucha también atenta de los acontecimientos de la vida. (S.S. Francisco, 1 de junio de 2013)


Reflexión


El lenguaje escatológico empleado por Cristo en este pasaje nos muestra dos cosas: que Él es el Señor y dueño de la historia y de los acontecimientos, y que todo cristiano tiene como consigna la vigilancia, pues desconocemos el día y la hora en que todo esto sucederá.


El Señor nos dice: "quien está en el campo que no entre en la ciudad y quien esté en la ciudad que se aleje". Cristo no nos pide lo que no le podemos dar pero sí reclama un seguimiento convencido por parte de cada uno: que le amemos por encima de nuestras tribulaciones o en medio de la perplejidad; que aguardemos con esperanza su segunda venida.


También nos advierte que el camino de la cruz no es fácil y que a veces cuesta, sin embargo sabemos que cuando Dios pide algo, no hace más que requerir lo que precisamente ha dado. Por lo tanto tenemos un modelo donde reflejarnos. Él nunca nos deja solos. Repitamos las palabras de Santa Teresa "Solo Dios basta" y seamos capaces de cobrar el animo y levantar nuestra cabeza porque se acerca nuestra liberación.


Propósito


Liberarnos ante todo del pecado, de nuestra miseria, de nuestros rencores e insatisfacciones.


Diálogo con Cristo


Señor, ayúdame a ver todos los sucesos de mi vida en la perspectiva de la eternidad. Ver todo con tu mirada, para saber qué es lo que realmente tiene valor. Sólo al final de mi vida podré confirmar que todo tiene sentido y que la lucha por vivir el Evangelio vale la pena, pero ahora sé que nunca me voy arrepentir de lo que haya hecho por amor a Ti, ¡gracias por darme la certeza de mi fe!



November 27, 2013 at 11:07PM

11:08 a.m.
Aquellos hombres acudieron precipitadamente y encontraron a Daniel orando y suplicando a su Dios. Entonces de presentaron ante el rey y, refiriéndose a la prohibición real, le dijeron: "¿Acaso no has escrito una prohibición según la cual todo el que dirija una oración dentro de los próximos treinta días, a cualquier dios u hombre que no seas tú, rey, debe ser arrojado al foso de los leones?". El rey tomó la palabra y dijo: "Así es, en efecto, según la ley de los medos y de los persas, que es irrevocable". Entonces ellos tomaron la palabra y dijeron en presencia del rey: "Daniel, uno de los deportados de Judá, no te ha hecho caso, rey, ni a ti ni a la prohibición que tú has escrito, y tres veces al día hace su oración". Al oír esto, el rey se apenó profundamente y puso todo su empeño por salvar a Daniel: hasta el atardecer se esforzó por librarlo. Pero esos hombres acudieron precipitadamente al rey y le dijeron: "Tienes que saber, rey, que según la ley de los medos y de los persas, ninguna prohibición o edicto promulgado por el rey puede ser modificado". Entonces el rey mandó traer a Daniel y arrojarlo al foso de los leones. El rey tomó la palabra y dijo a Daniel: "Tu Dios, al que sirves con tanta constancia, te salvará". Luego trajeron una piedra y la pusieron sobre la abertura del foso; el rey la selló con su anillo y con el anillo de sus dignatarios, para que no se cambiara nada en lo concerniente a Daniel. El rey se retiró a su palacio; ayunó toda la noche, no hizo venir a sus concubinas y se le fue el sueño. Al amanecer, apenas despuntado el día, el rey se levantó y fue rápidamente al foso de los leones. Cuando se acercó a él, llamó a Daniel con voz angustiosa. El rey tomó la palabra y dijo a Daniel: "Daniel, servidor del Dios viviente, ¿ha podido tu Dios, al que sirves con tanta constancia, salvarte de los leones?". Daniel dijo al rey: "¡Viva el rey eternamente! Mi Dios ha enviado a su Angel y ha cerrado las fauces de los leones, y ellos no me han hecho ningún mal, porque yo he sido hallado inocente en su presencia; tampoco ante ti, rey, había cometido ningún mal". El rey sintió una gran alegría a causa de Daniel, y ordenó que lo sacaran del foso. Daniel fue sacado del foso, y no se le encontró ni un rasguño, porque había confiado en su Dios. Luego el rey mandó traer a los hombres que habían acusado a Daniel y los hizo arrojar al foso de los leones, con sus hijos y sus mujeres. Y no habían llegado aún al fondo del foso, cuando ya los leones se apoderaron de ellos y les trituraron todos los huesos. Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan sobre la tierra: "¡Tengan ustedes paz en abundancia! Yo ordeno que en todo el dominio de mi reino se tiemble y se sienta temor ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios viviente y subsiste para siempre; su reino no será destruido y su dominio durará hasta el fin. El salva y libera, realiza signos y prodigios en el cielo y sobre la tierra. El ha salvado a Daniel del poder de los leones". November 26, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Heladas y nieves, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Frío y hielo, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Nieves y escarchas, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Noches y días, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Luz y tinieblas, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Rayos y nubes, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Que la tierra bendiga al Señor, que lo alabe y lo ensalce eternamente. November 26, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación". November 26, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
"Las potencias de los cielos serán puestas en movimiento. " ¿A quién llama el Señor potencias de los cielos, si no a los ángeles, los arcángeles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados y los Poderes? (Col 1,16) aparecerán visiblemente en el momento de la llegada del Juez... Entonces verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes con gran poder y majestad; como si claramente nos dijera: verán rodeado de gran pompa y majestad, al que no quisieron oír cuando se presentó humilde… estas palabras fueron dichas para los réprobos; pero para consuelo de los elegidos, dice:”Cuando empiecen a cumplirse estas cosas, levantad vuestras cabezas, puesto que se acerca vuestra redención”. Es como si la Verdad advirtiera claramente a sus elegidos diciendo: " en el momento en el que las desgracias del mundo se multiplican, regocijaos. Mientras se acaba el mundo, del que nunca fuisteis amigos, la redención que siempre deseasteis se acerca". Los que aman a Dios son invitados a regocijarse por ver acercarse el fin del mundo, porque encontrarán pronto el mundo que desean, cuando haya pasado aquel al que no están atados. Que los fieles que deseen ver a Dios, se abstenga bien de llorar por las desgracias que golpean el mundo, ya que sabe que estas mismas desgracias llegan su fin. Está escrito en efecto: "el que quiere ser amigo de las cosas de este mundo se hace enemigo de Dios" (Jc 4,4). El que pues no se regocija por ver acercarse el fin de este mundo, ése muestra que es su amigo, y de ahí da pruebas de ser enemigo de Dios. Más no sea así el corazón de los fieles, de los que creen que existe otra vida y los que, por sus actos, prueban que le aman... ¿En efecto, qué es esta vida mortal si no un camino? ¡Qué locura, hermanos míos, agotarse en el camino, no queriendo alcanzar el fin!... Así, hermanos míos, no améis las cosas de este mundo, que, como vemos según los acontecimientos que se producen alrededor nuestro, no podrá subsistir por mucho tiempo. November 26, 2013 at 05:00PM

11:54 p.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.


Oración introductoria


Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma, Tú eres mi Abogado y Consolador, el que me asiste, el que me ilumina y guía. Ayúdame a ponerte en el centro de mi vida y de mi actividad, especialmente hazte presente en esta meditación.


Petición


Señor, dame la gracia de confiar siempre en tu Providencia divina.


Meditación del Papa Francisco


Pero esto vale para todos: el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios? Es verdad que el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan. En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad. Hay santos del cada día, los santos "ocultos", una especie de "clase media de la santidad", como decía un escritor francés, esa “clase media de la santidad” de la que todos podemos formar parte. Pero en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre. Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. (S.S. Francisco, 14 de abril de 2013).


Reflexión


Cuando un día el obispo, además de darnos una cachetada, nos ungió la frente con el óleo de la confirmación en la fe, no cumplió con una especie de rito necesario para que luego pudiésemos acceder a los demás sacramentos, especialmente el matrimonio.


Fuimos confirmados en la fe. Fuimos constituidos "testigos" de Cristo en el mundo. Llegamos a la madurez de nuestra entrega al Señor. ¿Y qué mejor testimonio que el martirio por Cristo?


Pero atendamos a las entrañas de amor de Cristo para con su tan amada criatura. No es nuestro Dios un dios que se goza viéndonos sufrir o queriendo que suframos simplemente porque sí. Seguir a Cristo no implica vivir de tormentos toda la vida. Amarlo no es dejar que nos golpeen toda nuestra bendita existencia.


Cuando Cristo nos previene de las persecuciones únicamente está siendo realista con nosotros, nos está dando como un voto de confianza. "Me habéis amado. Pues sabed que vuestros hermanos no siempre actuarán movidos por el amor como fuera de esperar sino que os harán sufrir. Pero confiad Yo he vencido con el amor al mundo". No son, pues, palabras que hemos de temer sino consejos de amor, de grande esperanza.


Es el peso del amor. El egoísmo está muy difundido en nuestro mundo, pero como cristianos estamos llamados a amar y a vencer con el amor el egoísmo. Y aunque tengamos mil problemas tenemos en Cristo la confianza de haber obtenido la victoria.


¡Ya hemos vencido! Porque Él nos ha amado primero y ya nos ha prometido de no abandonarnos en esta dulce lucha por Él que es nuestro Amado. ¿No es cierto que es un gozo, entonces, poder dar testimonio por Alguien a quien amamos de verdad?


Propósito


No podemos faltar en nuestra misión de llevar la luz de Cristo, de proclamar el feliz anuncio del Evangelio, aún si ello comparta la persecución. Que no me de pena hablar de Dios a los demás.


Diálogo con Cristo


Señor, seguir tu Evangelio, ser un discípulo y misionero de tu amor, es oponerse a lo que el mundo ofrece y que la mayoría considera como auténtica felicidad. Necesito hacer un sincero esfuerzo por adquirir aquellas virtudes que me permitan vivir auténticamente mi fe: la pureza, la fidelidad, la humildad, la sinceridad y la autenticidad. Te pido, por intercesión de María, la sabiduría y la fuerza que necesito para serte fiel.



November 26, 2013 at 11:30PM

11:54 p.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11

En aquel tiempo algunos ponderaban la belleza del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas. Jesús les dijo: Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida. Le preguntaron: Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir? Él dijo: Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy" y "el tiempo está cerca". No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo.


Oración introductoria


Señor y Dios mío, buscarte equivale a encontrarte, porque siempre Tú estás dispuesto, esperándome en el Sagrario y en la oración. No quiero anteponer nada a tu amor que es lo único definitivo y seguro que tengo en la vida. ¡Ven Espíritu Santo! Ilumina y guía esta meditación.


Petición


Señor, concédeme la gracia de afianzar mi vida en Ti para poder ser testigo y misionero de tu amor.


Meditación del Papa Francisco


La historia humana comienza con la creación del hombre y la mujer a imagen y semejanza de Dios y concluye con el juicio final de Cristo. A menudo se olvidan estos dos polos de la historia, y sobre todo la fe en el retorno de Cristo y en el juicio final a veces no es tan clara y firme en el corazón de los cristianos. Jesús, durante la vida pública, se detuvo frecuentemente en la realidad de su última venida. [...]Ante todo recordemos que, con la Ascensión, el Hijo de Dios llevó junto al Padre nuestra humanidad que Él asumió y quiere atraer a todos hacia sí, llamar a todo el mundo para que sea acogido entre los brazos abiertos de Dios, para que, al final de la historia, toda la realidad sea entregada al Padre. Pero existe este "tiempo inmediato" entre la primera venida de Cristo y la última, que es precisamente el tiempo que estamos viviendo. (S.S. Francisco, 24 de abril de 2013)


Reflexión


No busquemos aterrarnos mutuamente ni vivir en el miedo pensando en que el tiempo está cerca y ya se acaba la figura de este mundo con la venida del Justo Juez, Cristo. Y no es así porque El mismo nos lo acaba de decir: Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy" y "el tiempo está cerca". ¿Quiere Cristo que vivamos atemorizados? No ¿Quiere que nos la pasemos analizando cada guerra y cada peste e interpretándolo todo bajo esta óptica terrorífica? No. Entonces, ¿qué quiere Cristo?


Quiere que nos dejemos de cuentos de terror y de una pasividad estéril y vivamos, sí, velando para cuando venga, pero velando como siervos fieles, esto es, cumpliendo como el soldado que tiene una misión en la vida. "Velar" por tanto no es estar en estado de terror e infundiendo terror en los demás, sino "trabajar" por hacer que cada día más este Rey sea más adorado y amado por los hombres; para que el imperio del amor triunfe sobre los mezquinos deseos humanos.


¿Por qué el Templo será derruido? Por la codicia de los hombres. ¿Por qué habrá guerras? Por el odio de unos contra otros. ¿Por qué pestes, hambre, desolación? Por culpa del pecado que no busca soluciones sino que trae daños estériles.


Pero en cambio si el cristiano trabaja firme y constante por edificar su propia casa en Roca firme; si se empeña por trabajar en la viña del Señor y sacar fruto abundante, el ciento por uno; si procura que en su casa jamás falte el aceite para su lámpara, no sea que venga el Esposo; si se esmera en realizar cuanto le ha sido confiado por el Dueño, como siervo trabajador; si, en fin, saca tiempo de debajo de las piedras y hace del amor su tesoro, y reproduce todos sus talentos, ¿le quedará tiempo para aterrarse por el fin del mundo?


Propósito


Trabajar por edificar mi casa, es decir mi vida de cada día sobre roca firme, sobre Dios. A través de la oración, de la confianza y esperanza en Él.


Diálogo con Cristo


Señor, sé que al final triunfará tu Reino, pero mi corazón a menudo no entiende y le cuesta aceptar acontecimientos que parecen no tener ningún sentido, como la muerte de un joven. Enséñame que el sentimiento puede ayudarme, pero no es lo esencial. Ayúdame a ser optimista, a edificar mi vida en la roca firme de tu voluntad y a tenerla como mi guía en todo mi obrar.



November 26, 2013 at 11:30PM

10:52 a.m.
El rey Baltasar ofreció un gran banquete a mil de sus dignatarios, y bebió vino en la presencia de esos mil. Estimulado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor, su padre, había sacado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del Templo, de la Casa de Dios en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. Mientras bebían vino, glorificaban a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra. De pronto, aparecieron unos dedos de mano humana, que escribían sobre el estuco del muro del palacio real, frente al candelabro, y el rey veía el extremo de esa mano que escribía. Entonces el rey cambió de color y sus pensamientos lo llenaron de espanto; se le aflojaron todos los miembros y se entrechocaban sus rodillas. Daniel fue introducido en la presencia del rey, y este, tomando la palabra, le dijo: "¿Así que tú eres Daniel, uno de los deportados judíos que el rey, mi padre, hizo venir de Judá? Yo he oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses, y que se han hallado en ti clarividencia, perspicacia y una sabiduría superior. Yo he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas. Si tú ahora puedes leer la inscripción y me haces conocer su interpretación, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro en tu cuello y ocuparás el tercer puesto en el reino". Daniel tomó la palabra y dijo en presencia del rey: "Puedes guardar para ti tus dones y dar a otros tus regalos; de todas maneras, yo leeré al rey la inscripción y le haré conocer su interpretación. Te has exaltado contra el Señor del cielo: han traído a tu presencia los vasos de su Casa, y han bebido vino en ellos, tú y tus dignatarios, tus mujeres y tus concubinas; has glorificado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden, pero no has celebrado al Dios que tiene en su mano tu aliento y a quien pertenecen todos tus caminos. Por eso ha sido enviada esta mano de parte de él, y ha sido trazada esta inscripción. Esta es la inscripción que ha sido trazada: Mené, Tequel, Parsín. Y esta es la interpretación de las palabras: Mené: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto fin; Tequel: tú has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso; Parsín: tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y a los persas". November 25, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Sol y luna, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Astros del cielo,bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Lluvia y rocío, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Vientos todos, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Fuego y calor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Frío y calor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. November 25, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas. November 25, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
¡Oh amor fuerte de Dios, y cómo no le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama!¡Oh, dichosa alma que ha llegado a alcanzar esta paz de su Dios, que esté señoreada sobre todos los trabajos y peligros del mundo, que ninguno teme a cuento de servir a tan buen Esposo y Señor,... Mirad una cosa que se me ofrece ahora y viene a propósito para los que de su natural son pusilánimes y de ánimo flaco, que por la mayor parte serán mujeres, y aunque en hecho de verdad su alma haya llegado a este estado, su flaco natural teme. Es menester tener aviso, porque esta flaqueza natural nos hará perder una gran corona. Cuando os hallareis con esta pusilanimidad, acudid a la fe y humildad y no dejéis de acometer con fe, que Dios lo puede todo, y así pudo dar fortaleza a muchas niñas santas, y se la dio para pasar tantos tormentos, como se determinaron a pasar por El. De esta determinación quiere hacerle señor de este libre albedrío, que no ha menester El nuestro esfuerzo de nada, antes gusta Su Majestad de querer que resplandezcan sus obras en gente flaca, porque hay más lugar de obrar su poder y de cumplir el deseo que tiene de hacernos mercedes... Para esto os han de aprovechar las virtudes que Dios os ha dado, para hacer con determinación y dar de mano a las razones del entendimiento y a vuestra flaqueza, y para no dar lugar a que crezca con pensar: “si será”, “si no será”, “quizá por mis pecados no mereceré yo que me dé fortaleza como a otros ha dado”. No es ahora tiempo de pensar vuestros pecados. Dejadlos aparte, que no es con sazón esa humildad. Es mala coyuntura...Tened por cierto que nunca dejará el Señor a sus amadores cuando por sólo El se aventuran.” November 25, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Tú, rey, estabas mirando, y viste una gran estatua. Esa estatua, enorme y de un brillo extraordinario, se alzaba delante de ti, y su aspecto era impresionante. Su cabeza era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus caderas, de bronce; sus piernas, de hierro, y sus pies, parte de hierro y parte de arcilla. Tú estabas mirando, y de pronto se desprendió una piedra, sin que interviniera ninguna mano: ella golpeó la estatua sobre sus pies de hierro y de arcilla, y los pulverizó. Entonces fueron pulverizados al mismo tiempo el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; fueron como la paja en la era durante el verano: el viento se los llevó y no quedó ningún rastro. En cuanto a la piedra que había golpeado la estatua, se convirtió en una gran montaña, y llenó toda la tierra. Este fue el sueño; ahora diremos su interpretación en presencia del rey. Tú, rey, eres el rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha conferido la realeza, el poder, la fuerza y la gloria; él ha puesto en tus manos a los hombres, los animales del campo y las aves del cielo, cualquiera sea el lugar donde habitan, y te ha hecho dominar sobre todos ellos: por eso la cabeza de oro eres tú. Después de ti surgirá otro reino inferior a ti, y luego aparecerá un tercer reino, que será de bronce y dominará sobre toda la tierra. Y un cuarto reino será duro como el hierro: así como el hierro tritura y pulveriza todo - como el hierro que destroza - él los triturará y destrozará a todos ellos. También has visto los pies y los dedos, en parte de arcilla de alfarero y en parte de hierro, porque ese será un reino dividido: habrá en él algo de la solidez de hierro, conforme a lo que has visto del hierro mezclado con la masa de arcilla; pero como los dedos de los pies son en parte de hierro y en parte de arcilla, una parte del reino será fuerte, y una parte frágil. Tú has visto el hierro mezclado con la masa de arcilla, porque ellos se mezclarán entre sí por lazos matrimoniales, pero no llegarán a adherirse mutuamente, como el hierro no se mezcla con la arcilla. Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido y cuya realeza no pasará a otro pueblo: él pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, y él mismo subsistirá para siempre, porque tú has visto, que una piedra se desprendía de la montaña, sin la intervención de ninguna mano, y ella pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande hace conocer al rey lo que va a suceder en adelante. El sueño es cierto y su interpretación digna de fe". November 24, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Obras todas del Señor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Ángeles del Señor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Cielos, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Aguas que estáis sobre los cielos, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. Fuerzas todas del Señor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente. November 24, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?". Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin". Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. November 24, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
El antiguo Templo estaba edificado por las manos de los hombres: se quería “dar una casa” a Dios para tener un signo visible de su presencia en medio del pueblo. Con la Encarnación del Hijo de Dios, se cumple la profecía de Natán al rey David (cf. 2 Sam 7, 1-29): no es el rey, no somos nosotros quienes “damos una casa a Dios”, sino que es Dios mismo quien “construye su casa” para venir a habitar entre nosotros, como escribe san Juan en su Evangelio (cf. 1, 14). Cristo es el Templo viviente del Padre, y Cristo mismo edifica su “casa espiritual”, la Iglesia, hecha no de piedras materiales, sino de “piedras vivientes” (1P 2,5), que somos nosotros. El Apóstol Pablo dice a los cristianos de Éfeso: “Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por Él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantado hasta formar un templo consagrado al Señor. Por Él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu” (Ef 2, 20-22). ¡Esto es algo bello! Nosotros somos las piedras vivas del edificio de Dios, unidas profundamente a Cristo, que es la piedra de sustentación, y también de sustentación entre nosotros. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el templo somos nosotros, nosotros somos la Iglesia viviente, el templo viviente, y cuando estamos juntos entre nosotros está también el Espíritu Santo, que nos ayuda a crecer como Iglesia. Nosotros no estamos aislados, sino que somos pueblo de Dios: ¡ésta es la Iglesia!... Desearía entonces que nos preguntáramos: ¿cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas o somos, por así decirlo, piedras cansadas, aburridas, indiferentes? ¿Habéis visto qué feo es ver a un cristiano cansado, aburrido, indiferente? Un cristiano así no funciona; el cristiano debe ser vivo, alegre de ser cristiano; debe vivir esta belleza de formar parte del pueblo de Dios que es la Iglesia. November 24, 2013 at 05:00PM

12:39 a.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.


Oración introductoria


Señor, contemplando el ejemplo de la viuda pobre del Evangelio, quiero ofrecerte mi vida entera, quiero entregártela sin reservas, como lo hizo la Virgen María. Concédeme tu gracia en esta oración para que este ofrecimiento sea una realidad al darte todo mi amor y todo mi ser, con alegría y generosidad.


Petición


Señor, enséñame a darlo todo por Ti y por los demás, con alegría, generosidad y caridad.


Meditación del Papa Francisco


Cuando yo iba confesar en la diócesis precedente, venían algunos y siempre hacía esta pregunta: "Pero ¿usted da limosna?". —"Sí, padre". "Ah, bien, bien". Y hacía dos más: "Dígame, cuando usted da limosna, ¿mira a los ojos de aquél a quien da limosna?". —"Ah, no sé, no me he dado cuenta". Segunda pregunta: "Y cuando usted da la limosna, ¿toca la mano de aquel a quien le da la limosna, o le echa la moneda?". Este es el problema: la carne de Cristo, tocar la carne de Cristo, tomar sobre nosotros este dolor por los pobres. La pobreza, para nosotros cristianos, no es una categoría sociológica o filosófica y cultural: no; es una categoría teologal. Diría, tal vez la primera categoría, porque aquel Dios, el Hijo de Dios, se abajó, se hizo pobre para caminar con nosotros por el camino. Y esta es nuestra pobreza: la pobreza de la carne de Cristo, la pobreza que nos ha traído el Hijo de Dios con su Encarnación. Una Iglesia pobre para los pobres empieza con ir hacia la carne de Cristo. Si vamos hacia la carne de Cristo, comenzamos a entender algo, a entender qué es esta pobreza, la pobreza del Señor. (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).


Reflexión


¡Qué hermosos ojos tiene nuestro Redentor que tan bellamente posa su mirada en cada uno de nuestros actos! A Cristo no le es indiferente cuanto podamos hacer, sobre todo, cuando son pequeñas menudencias que sólo Él ha visto y que sabrá premiar en su debido tiempo.


Hay en la escena algunos ricos echando grandes cantidades de dinero para Dios. Es lo que significa su ofrenda al Templo. Está lejos de Él una condena a los ricos, como alguna literatura ha querido ver en este y otros pasajes. Al contrario, seguramente se sintió a gusto al ver cómo los que cuentan con los medios necesarios, ponen en práctica la hermosa virtud de la magnificencia. ¡Qué sería del Templo, de las grandes obras de la Iglesia si no hubiera gente generosa a lo grande! Además está muy lejos de Cristo esa clase de favoritismos por unos o por otros. Y es que Dios no mira las apariencias como los hombres.


Precisamente porque no mira las apariencias se impresionó por el gesto de esa mujer pobre. Lo ha dado todo para Dios, ¡todo lo que tenía para su existencia! Y Cristo no se ha quedado indiferente ante tan grandioso gesto. Si hasta lo ha comunicado a sus apóstoles como diciendo: "aprended de esa mujer lo que es creer de veras en Dios". Darlo todo. Y hay tanta gente que lo da todo en nuestro mundo del siglo XXI y, quizás sería importante abrir más los ojos y no dejarnos impresionar por las apariencias sino mirar con la mirada de Cristo y obrar con la generosidad de esa viuda. Porque para Dios ella no ha quedado desamparada. Porque a los que así obran Dios no los abandona sino que se conmueve de amor ante sus pequeños actos de generosidad. Pensemos sólo que gracias a ese pequeño acto de la viuda ella sigue siendo hasta ahora modelo para nosotros.


Propósito


No ofrecer lo que me sobra, tomar ejemplo de la viuda que da todo lo que tenía para vivir, y así se da a sí misma. Dar mi tiempo al escuchar con antención, acompañar, ayudar, agradecer, servir a los demás.


Diálogo con Cristo


Señor, no te puedo dar nada que no haya recibido de Ti, por lo que pongo en tus manos mi amor y mi total dependencia a tu voluntad. Con tu gracia podré vivir desprendido de las cosas y sabré darme con más generosidad y más amor a los demás.



November 24, 2013 at 11:50PM

10:52 a.m.
El tercer año del reinado de Joaquím, rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió. El Señor entregó en sus manos a Joaquím, rey de Judá, y una parte de los objetos de la Casa de Dios. Nabucodonosor los llevó al país de Senaar, y depositó los objetos en el tesoro de su dios. El rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que seleccionara entre los israelitas de estirpe real o de familia noble, a algunos jóvenes sin ningún defecto físico, de buena presencia, versados en toda clase de sabiduría, dotados de conocimiento, inteligentes y aptos para servir en el palacio del rey, a fin de que se los instruyera en la literatura y en la lengua de los caldeos. El rey les asignó para cada día una porción de sus propios manjares y del vino que él bebía. Ellos debían ser educados durante tres años, y al cabo de esos años se pondrían al servicio del rey. Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías, Misael y Azarias, que eran judíos. Daniel estaba decidido a no contaminarse con los manjares del rey y con el vino que él bebía, y rogó al jefe de los eunucos que no lo obligara a contaminarse. Dios hizo que él se ganara el afecto y la simpatía del jefe de los eunucos. Pero este dijo a Daniel: "Yo temo a mi señor el rey, que les ha asignado la comida y la bebida; si él llega a ver el rostro de ustedes más demacrado que el de los jóvenes de su misma edad, ustedes harían peligrar mi cabeza delante del rey". Daniel dijo al guardia a quien el jefe de los eunucos había confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: "Por favor, pon a prueba a tus servidores durante diez días; que nos den legumbres para comer y agua para beber; compara luego nuestros rostros con el de los jóvenes que comen los manjares del rey, y actúa con tus servidores conforme a lo que veas". El aceptó la propuesta, y los puso a prueba durante diez días. Al cabo de esos días, se vio que ellos tenían mejor semblante y estaban más rozagantes que todos los jóvenes que comían los manjares del rey. Desde entonces, el guardia les retiró los manjares y el vino que debían tomar, y les dio legumbres. Dios concedió a estos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en todo lo referente a la literatura y la sabiduría, y Daniel podía entender visiones y sueños de toda índole. Al cabo de los días que el rey había fijado para que le fueran presentados los jóvenes, el jefe de los eunucos los llevó ante Nabucodonosor. El rey conversó con ellos, y entre todos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Ellos permanecieron al servicio del rey, y en todo lo que el rey les preguntó sobre cuestiones de sabiduría y discernimiento, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que había en todo su reino. November 23, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, loado, exaltado eternamente. Bendito el santo nombre de tu gloria, loado, exaltado eternamente. Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente. Bendito seas en el trono de tu reino, cantado, exaltado eternamente. Bendito tú, que sondas los abismos, que te sientas sobre querubines, loado, exaltado eternamente. Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado, glorificado eternamente. November 23, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
Después, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir". November 23, 2013 at 05:00PM

10:52 a.m.
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lc 23,46) Esta es la última oración de nuestro Maestro, nuestro Amado. ¡Ojala sea también la nuestra! No sólo la oración de nuestro último instante sino la de todos los instantes; “Padre mío, a tus manos me encomiendo, Padre mío, me confío a ti, Padre mío, me abandono a ti. Padre mío, haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea, te doy gracias, te doy gracias por todo. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, te doy gracias por todo, con tal que se haga en mí tu voluntad, oh Dios, con tal que se haga tu voluntad en todas tus criaturas, en todos tus hijos, en todo lo que tú amas. No anhelo nada más, Dios mío. Entrego mi espíritu a tus manos, te lo doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te quiero y me lo exige el amor que te tengo: abandonar todo, sin medida, entre tus manos. Me confío a ti, con inmensa confianza porque tú eres mi Padre”. November 23, 2013 at 05:00PM

1:09 a.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 23, 35-43

Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: "A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido." También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!" Había encima de él una inscripción: "Este es el Rey de los judíos." Uno de los malhechores colgados le insultaba: "¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!" Pero el otro le respondió diciendo: "¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho." Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino." Jesús le dijo: "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."


Oración introductoria


Señor mío, acuérdate de mí. Tú eres mi Dios, mi Señor, mi Redentor. Inicio mi oración ofreciéndote mi libertad, mi voluntad, mi mente y mi corazón. Aleja de mi interior todo aquello que me distraiga; ayúdame a renunciar a mí mismo para dejar que seas Tú el único Rey en mi corazón.


Petición


Jesús, ayúdame a luchar todos los días para hacerte reinar más en mi corazón y en el de los demás. ¡Venga tu Reino!


Meditación del Papa Francisco


El Señor se toma su tiempo. Pero incluso Él, en esta relación con nosotros, tiene mucha paciencia. No solo nosotros debemos tener paciencia: ¡Él la tiene! ¡Él nos espera! ¡Él nos espera hasta el final de la vida! Pensemos en el buen ladrón, hasta el final, al final reconoció a Dios. El Señor camina con nosotros, pero muchas veces no se deja ver, como en el caso de los discípulos de Emaús. El Señor está involucrado en nuestras vidas, ¡esto es seguro!, pero muchas veces no lo vemos. Esto nos exige paciencia. Pero el Señor que camina con nosotros, Él también tiene mucha paciencia con nosotros. Ese es el misterio de la paciencia de Dios, que al caminar, camina a nuestro ritmo. A veces en la vida las cosas se vuelven muy oscuras, hay tanta oscuridad allí, que queremos, si estamos en problemas, bajar de la cruz. Es el momento preciso: la noche es más oscura, cuando se aproxima la madrugada. Y siempre cuando nos bajamos de la cruz, lo hacemos cinco minutos antes de que llegue la liberación, en el momento más grande de la impaciencia. (S.S. Francisco, 28 de junio de 2013).


Reflexión


Con este domingo llegamos al final del ciclo litúrgico. El último domingo de cada año, la Iglesia cierra con broche de oro el ciclo ordinario con la fiesta de Cristo Rey. Y el próximo domingo iniciaremos nuestra preparación para la venida del Señor en la Navidad: el adviento.


Hoy celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra, de la Iglesia y de nuestras almas. Pero es "escandaloso" el modo como ejerce su realeza. Todos los reyes de este mundo mantienen su reinado con la fuerza de las armas, y ostentan el esplendor de su riqueza y de su poder. Como que es algo "connatural" a su condición y a su nobleza. Pero creo que nunca han existido, ni existirán jamás sobre la faz de la tierra, reyes "pobres" o "débiles". Serían víctimas fáciles de sus enemigos, que usurparían su trono sin ningún género de escrúpulos. Ésa ha sido la ley de vida a lo largo de toda la historia de la humanidad.


Jesucristo es Rey. Pero un rey muy distinto. Es un rey sin armas, sin palacios, sin tronos, sin honores; un rey sin ejército y sin soldados. Un rey que ejerce su poder únicamente con la fuerza del amor, del perdón, de la humildad y de la mansedumbre. Un rey que no atropella ni violenta a nadie, y que no impone su yugo o su ley por capricho. El que lo acepte como rey, debe acogerlo libremente y abrazar su misma "lógica", que es la del amor y del perdón.


Cristo es –si podemos hablar así— un rey "débil" porque Él mismo quiso escoger la debilidad para redimirnos. "Donde está la cruz, no hay lugar para los signos de la fuerza". No recuerdo dónde leí esta frase, pero es totalmente cierta. Cristo es Rey. Pero no tiene armas. Las armas las tienen sus enemigos. Cuando Pilato, antes de condenarlo a muerte, le preguntó si era rey, Jesús le dio una respuesta desconcertante: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis ministros habrían luchado para que no fuese entregado en manos de los judíos; pero mi reino no es de aquí (Jn 19, 36). Palabras misteriosas, pero profundamente reveladoras.


Cristo es rey. Pero no según los cánones y criterios de este mundo. Su soberanía es la del amor, de la justicia y de la paz. Su trono es una cruz; su cetro, una caña con la que le golpean la cabeza; su corona, una corona de espinas. Su reino es para los pobres y humildes de corazón, para los mansos, los pacíficos y los misericordiosos; para los perseguidos por la verdad y la justicia. Su programa de vida se resume en el Sermón de la montaña, en las bienaventuranzas y el mandamiento de la caridad. Sus súbditos y sus amigos predilectos son los pobres y pecadores; sus compañeros de destino, los malhechores, como ese "buen ladrón" que encontramos en el evangelio de hoy.


Los judíos y los príncipes de los sacerdotes que ultrajan a Cristo crucificado hablan un lenguaje de poder y lo desafían a que demuestre su fuerza bajando de la cruz: "Si de verdad es el Hijo de Dios, que baje de la cruz, que se salve a sí mismo". Y lo mismo le dice el otro de los ladrones crucificados con Él. Pero Jesús no hace caso. Su fuerza es el perdón, el amor y la misericordia. Y así lo descubre ese "buen ladrón".


En efecto, este buen hombre –que, a pesar de haber sido un malhechor toda su vida— supo demostrar su nobleza de alma en el momento supremo de su existencia y pudo reconocer en Jesús al Mesías y al Salvador del mundo. Éste no le pide a Jesús que lo ponga a salvo y que lo libere de los dolores corporales; pero con su fe alcanza de Cristo la salvación completa de su alma y el premio del paraíso.


Otra vez vemos a Cristo, como en el caso de Zaqueo, rodeándose de amigos "poco recomendables". Pero Cristo vino a salvarnos a todos, comenzando por los pecadores. Y sólo si nos reconocemos necesitados de la gracia, como el buen ladrón, seremos dignos de participar en el Reino eterno de Jesucristo.


¡Qué afortunado este buen ladrón! En el último instante de su vida supo "robarle" a Cristo también el cielo! Pero más que "robo", se trata de un regalo maravilloso e inmerecido de la misericordia de Dios. Así es Jesús. Su corazón es infinito porque es el corazón de un Dios, de un Padre con entrañas de ternura y de compasión.


Para eso vino a este mundo y para eso se encarnó. Por eso está en la cruz con los brazos abiertos: para acogernos siempre, sin condiciones. Lo único que espera de nosotros es nuestra confianza, nuestro arrepentimiento y el abandono total en sus manos.


Propósito


Ojalá que este día de Cristo Rey, también nosotros queramos aceptar la soberanía de Jesucristo y le proclamemos Señor de nuestras vidas volviendo a Él de todo corazón, y haciendo que muchos otros hombres y mujeres, comenzando por los que viven a nuestro lado, se acerquen al amor misericordioso de nuestro Redentor. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor!


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Es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico Cristo Rey



November 24, 2013 at 12:42AM

11:08 a.m.
Todas las tribus de Israel se presentaron a David en Hebrón y le dijeron: "¡Nosotros somos de tu misma sangre! Hace ya mucho tiempo, cuando aún teníamos como rey a Saúl, eras tú el que conducía a Israel. Y el Señor te ha dicho: "Tú apacentarás a mi pueblo Israel y tú serás el jefe de Israel". Todos los ancianos de Israel se presentaron ante el rey en Hebrón. El rey estableció con ellos un pacto en Hebrón, delante del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. November 22, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Me puse alegre cuando me dijeron: «¡Vamos a la casa del Señor!» Ahora nuestros pasos se detienen delante de tus puertas, Jerusalén. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, la asamblea de Israel, para alabar el Nombre del Señor. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, la asamblea de Israel, para alabar el Nombre del Señor. Pues allí están las cortes de justicia, los ministerios de la casa de David. November 22, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados. El es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él. El existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él. El es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. El es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz. November 22, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: "Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!". También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!". Sobre su cabeza había una inscripción: "Este es el rey de los judíos". Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros". Pero el otro lo increpaba, diciéndole: "¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo". Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino". El le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso". November 22, 2013 at 05:00PM

11:07 a.m.
El paraíso, cerrado durante miles de años, ha sido abierto por la cruz “hoy”. Porque hoy Dios ha introducido en el paraíso al buen ladrón. Se realizan dos milagros: abre el paraíso para que entre un ladrón. Hoy, Dios nos ha devuelto a nuestra vieja patria, hoy nos ha reunido en la ciudad de nuestro origen, hoy ha abierto su casa a la humanidad entera. “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lc 23,43) ¿Qué dices, Señor, aquí? Estás crucificado, clavado ¿y prometes el paraíso?—Sí, para que aprendas cuál es mi poder en la cruz... Porque no fue resucitando a un muerto, dominando la tempestad del mar, echando demonios, sino crucificado, clavado, cubierto de salivazos e insultos, burlado y ultrajado que ha podido cambiar la situación espiritual del ladrón, para que veas los dos aspectos de su poder. Hizo estremecer a toda la creación, hendió las rocas y atrajo hacia si al ladrón, más duro que una piedra... Seguro que ningún rey no permitiría nunca que un ladrón u otro malhechor se siente con él a la hora de la solemne entrada en una ciudad. Pero Cristo lo ha hecho: cuando entra en su santa morada lleva consigo al ladrón. Actuando así no menosprecia el paraíso, no lo deshonra por la presencia de un ladrón. Bien al contrario, honra el paraíso, porque es una gloria para el paraíso tener un amo que pueda convertir a un ladrón en un ser digno de gustar sus delicias. Lo mismo cuando conduce al reino de los cielos a los publicanos y prostitutas, no es un desprecio sino un honor, ya que muestra que el amo del reino de los cielos, es poderoso como para hacer dignos de tales dones y honores a los publicanos y prostitutas. November 22, 2013 at 05:00PM

1:09 a.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-40

En aquel tiempo se acercaron a Jesús algunos de los saduceos, esos que sostienen que no hay resurrección, y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos; habiendo tomado mujer el primero, murió sin hijos; y la tomó el segundo, luego el tercero; del mismo modo los siete murieron también sin dejar hijos. Finalmente, también murió la mujer. Esta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque los siete la tuvieron por mujer. Jesús les dijo: Los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven. Algunos de los escribas le dijeron: Maestro, has hablado bien. Ya no se atrevían a preguntarle nada.


Oración introductoria


Señor, Tú eres un Dios de vivos no de muertos, por eso te pido que me muestres en esta oración cómo puedo aprovechar cada minuto de mi vida para crecer espiritual y apostólicamente, camino seguro para alcanzar la santidad.


Petición


Dios mío, hazme poner toda mi esperanza y esfuerzo en alcanzar el cielo.


Meditación del Papa Francisco


En el Evangelio del día están los Saduceos que presentan a Jesús el caso límite de una mujer, viuda de siete hombres, que no hablaban de esta vicisitud con el corazón. Los Saduceos hablaban de esta mujer como si fuera un laboratorio, todo aséptico, todo… Era un caso de moral. Nosotros, cuando pensamos en esta gente que sufre tanto, pensamos como si fuera un caso de moral, también en las ideas, pero en este caso..., este caso..., ¿o también pensamos con nuestro corazón, con nuestra carne? A mí no me gusta cuando se habla de estas situaciones de manera tan académica y no humana, a veces con las estadísticas... sino sólo allí. En la Iglesia hay tantas personas en esta situación. En estos casos es necesario hacer lo que dice Jesús, rezar por ellos. Ellos deben entrar en mi corazón, ellos deben ser una inquietud para mí: mi hermano sufre, mi hermana sufre. He aquí el misterio de la comunión de los Santos: rezar al Señor: Pero Señor, mira a este, llora, sufre. Rezar, permítanme decirlo, con la carne: que nuestra carne rece. No con las ideas. Rezar con el corazón. (cf S.S. Francisco, 6 de junio de 2013)


Reflexión


La resurrección era un tema controvertido entre los judíos. No había un dogma, por eso los saduceos no lo creían. Sin embargo, los fariseos estaban convencidos de esta doctrina. También San Pablo utilizará el argumento de la resurrección para poner a los fariseos de su parte cuando era juzgado por Ananías (Hechos de los apóstoles 23, 6-9).

Creer o no creer en la resurrección da lugar a dos estilos de vida. Los que buscan la felicidad sólo en esta tierra y los que tienen los ojos puestos en la eternidad.


Pero vamos a detenernos en el punto que origina la discusión: ¿habrá matrimonios en el cielo? Interesante pregunta. Ello nos lleva a profundizar en el fin último del matrimonio.


Cuando un hombre y una mujer se casan movidos por un amor auténtico buscan, sobre todo, hacer feliz a la otra persona y formar una familia. Por eso no escatiman los detalles que pueden hacer la vida más agradable a la pareja: un beso, un regalo, una atención, unos momentos de diálogo íntimo... Pero, si realmente quieren darle lo mejor a la persona amada deben buscar lo que realmente le hará feliz, lo que va a colmar plenamente su corazón. No se quedarán en lo pasajero de esta vida, sino que querrán darle el Bien Máximo, es decir, a Dios. Es el mejor regalo que pueden hacerse unos esposos: procurar por todos los medios que la otra persona tenga a Dios. Porque Dios es el Bien mismo y la fuente de toda felicidad.


Propósito


Buscar la felicidad en esta tierra y tener los ojos puestos en la eternidad.


Diálogo con Cristo


Señor, no permitas que deje pasar mi tiempo de modo infructuoso. Si hoy terminase mi vida, ¿qué podría ofrecerte? Graba en mi alma la conciencia de que a medida que la vida avanza y la eternidad se acerca, sólo tu amor queda y todo lo demás se va a convertir en nada



November 23, 2013 at 12:36AM

11:08 a.m.
Mientras tanto, el rey Antíoco recorría las provincias de la meseta. Allí se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, célebre por sus riquezas, su plata y su oro. Ella tenía un templo muy rico, donde se guardaban armaduras de oro, corazas y armas dejadas allí por Alejandro, hijo de Filipo y rey de Macedonia, el primero que reinó sobre los griegos. Antíoco se dirigió a esa ciudad para apoderarse de ella y saquearla, pero no lo consiguió, porque los habitantes de la ciudad, al conocer sus planes, le opusieron resistencia. El tuvo que huir y se retiró de allí muy amargado para volver a Babilonia. Cuando todavía estaba en Persia, le anunciaron que la expedición contra el país de Judá había fracasado. Le comunicaron que Lisias había ido al frente de un poderoso ejército, pero había tenido que retroceder ante los judíos, y que estos habían acrecentado su poder, gracias a las armas y al cuantioso botín tomado a los ejércitos vencidos. Además, habían destruido la Abominación que él había erigido sobre el altar de Jerusalén y habían rodeado el Santuario de altas murallas como antes, haciendo lo mismo con Betsur, que era una de las ciudades del rey. Al oír tales noticias, el rey quedó consternado, presa de una violenta agitación, y cayó en cama enfermo de tristeza, porque las cosas no le habían salido como él deseaba. Así pasó muchos días, sin poder librarse de su melancolía, hasta que sintió que se iba a morir. Entonces hizo venir a todos sus amigos y les dijo: "No puedo conciliar el sueño y me siento desfallecer. Yo me pregunto cómo he llegado al estado de aflicción y de amargura en que ahora me encuentro, yo que era generoso y amado mientras ejercía el poder. Pero ahora caigo en la cuenta de los males que causé en Jerusalén, cuando robé los objetos de plata y oro que había allí y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judá. Reconozco que por eso me suceden todos estos males y muero de pesadumbre en tierra extranjera". November 21, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Que mi alma alabe al Señor y proclame todas sus maravillas... En ti me alegraré y me regocijaré, y cantaré a tu Nombre, oh Altísimo. Porque mis enemigos retroceden, tropiezan y perecen ante ti. Has abatido a las naciones, has hecho perecer a los malvados y has borrado su nombre para siempre. En la fosa que cavaron se han hundido los paganos y su pie quedó atrapado en la trampa que escondieron. Porque no será olvidado el pobre para siempre ni será en vano la esperanza del humilde. November 21, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él". Tomando la palabra, algunos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y ya no se atrevían a preguntarle nada. November 21, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
En su respuesta a los saduceos que negaban la resurrección y, a causa de ello, despreciaban a Dios y ridiculizaban la Ley, Nuestro Señor y Maestro demostró a la vez la resurrección e hizo conocer a Dios. En cuanto a la resurrección de los muertos ¿no habéis leído la palabra de Dios que dice: -Yo soy el Dios de Abrahán, de Isaac, de Jacob?- Y añadía: -No es un Dios de muertos sino de vivos, porque todos viven gracias a él.- Con estas palabras se refirió claramente a aquel que habló a Moisés en la zarza ardiendo y que se declaró el Dios de los padres, el Dios de los vivos. ¿Quién es el Dios de los vivos sino el Dios viviente, fuera del cual no hay otro? Este fue anunciado por el profeta Daniel cuando respondió a Ciro, rey de los persas...:-No adoro ídolos hechos por mano de hombres sino al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y que es Señor sobre todo lo que vive.- Y añadió: -Adoraré al Señor Dios mío, porque es el Dios viviente.- (cf Dn 14,5.25). Dios, a quien adoraron los profetas, el Dios vivo, es el Dios de los vivientes, como su Verbo que habló a Moisés en la zarza ardiendo y quien refutó a los saduceos y ha obrado la resurrección. Él es quien, a partir de la Ley, ha demostrado a los ciegos estas dos cosas: la resurrección y el verdadero Dios. Si él no es el Dios de los muertos sino de los que viven, y si se llama el Dios de los padres que duermen el sueño de la muerte, sin duda alguna están vivos para Dios y no muertos. “Son hijos de la resurrección.” Ahora bien, la resurrección es Nuestro Señor en persona, como lo dice él mismo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn 11,25) Y los padres son sus hijos, como lo dice el profeta: “En lugar de tus padres tendrás hijos...” (Sal 44,17). November 21, 2013 at 05:00PM

12:54 a.m.
Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios.


Oración introductoria


Señor, así como purificaste el templo de Jerusalén, te suplico vengas hoy a este encuentro en la oración para que me muestres qué tengo que expulsar de mi vida para quedar purificado, reconciliado, digno de Ti, porque anhelo que vengas hacer en mí tu morada.


Petición


Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento para conocer la voluntad divina sobre mí.


Meditación del Papa Francisco


¿A qué pensamiento nos remite la palabra templo? Nos hace pensar en un edificio, en una construcción. De manera particular, la mente de muchos se dirige a la historia del Pueblo de Israel narrada en el Antiguo Testamento. [...] Lo que estaba prefigurado en el antiguo Templo, está realizado, por el poder del Espíritu Santo, en la Iglesia: la Iglesia es la "casa de Dios", el lugar de su presencia, donde podemos hallar y encontrar al Señor; la Iglesia es el Templo en el que habita el Espíritu Santo que la anima, la guía y la sostiene. Si nos preguntamos: ¿dónde podemos encontrar a Dios? ¿Dónde podemos entrar en comunión con Él a través de Cristo? ¿Dónde podemos encontrar la luz del Espíritu Santo que ilumine nuestra vida? La respuesta es: en el pueblo de Dios, entre nosotros, que somos Iglesia. Aquí encontraremos a Jesús, al Espíritu Santo y al Padre. (S.S. Francisco, 26 de junio de 2013).


Reflexión


El pasaje de hoy nos muestra una cara de Jesús muy sorprendente. Tras haber llorado por Jerusalén, parece contradictorio contemplar un primer momento de ternura y otro de dureza casi seguidos en el tiempo.


Los sumos sacerdotes, los escribas y notables del pueblo saben muy bien de qué se trata todo esto y quieren quitarlo de en medio, que no les paralice ni boicotee sus negocios.


Parece que Jesús se enfada con mercaderes y vendedores, y en parte es así. Pero su enfado no viene por su profesión, su enfado no va dirigido a los de fuera del templo, va dirigido a los de dentro. Esto que parece una apreciación sin importancia la tiene y mucha, pues el mensaje que Jesús quiere transmitir va encaminado a cada uno de nosotros. Sí, a cada uno de los cristianos que vamos a visitar el templo, a cada uno de los sacerdotes y religiosos que sirven de manera especial al Señor y a cada uno de los que llevan la iglesia con una responsabilidad mayor y de dirección. El mensaje es único: " mi casa es casa de oración ". ¿Qué querrá decirnos Jesús con esto? Quizás esté pensando en las personas que muchas veces usamos la iglesia como medio para nuestros intereses, quizás esté pensando en cada hijo suyo que frecuenta los sacramentos y no se acaba de convencer de que lo importante verdaderamente es servir sin ser visto, sin sacar tajada, sin que nadie lo note.


A la Iglesia hemos de acudir de puntillas, con la confianza de un niño pero con un corazón que ore, que busque el encuentro verdadero con Dios, y no con los hermanos que pueden terminar en negociaciones ajenas al dueño de la casa. La Iglesia indudablemente es un misterio, y está llena de humanidad, y cuenta con fallos humanos.


Con nuestra vida sincera y sencilla y nuestra actitud orante formamos también esa otra Iglesia, que es la que vale: la Iglesia de los Santos, la Iglesia que es camino de Salvación, la Iglesia compañera nuestra en la gran aventura de encontrarnos con Dios.


Propósito


Acudir a la Iglesia con la confianza de un niño, pero con un corazón que ore, que busque el encuentro verdadero con Dios.


Diálogo con Cristo


¡Gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra, por este momento de oración! ¡Gracias por el don de tu amistad, de tu gracia y de tu misericordia! No quiero escatimar esfuerzo alguno por crecer en mi vida de oración, con tu gracia, lo podré lograr.



November 22, 2013 at 12:39AM

11:08 a.m.
Judas y sus hermanos dijeron: "Nuestros enemigos han sido aplastados; subamos a purificar el Santuario y a celebrar su dedicación". Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión. El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el alba y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido. Este fue dedicado con cantos, cítaras, arpas y címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo día en que los paganos lo habían profanado. Todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y adoraron y bendijeron al Cielo que les había dado la victoria. Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias. Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas, y les pusieron puertas. En todo el pueblo reinó una inmensa alegría, y así quedó borrado el ultraje infligido por los paganos. Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con júbilo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar. November 20, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Después David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea, diciendo: "¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre! Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. De ti proceden la riqueza y la gloria; tú lo gobiernas todo, en tu mano están el poder y la fuerza, es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas. November 20, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Y al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. November 20, 2013 at 05:00PM

11:08 a.m.
Quisiera hoy aludir brevemente a otra imagen que nos ayuda a ilustrar el misterio de la Iglesia: el templo (cf. Conc. Ecum. Vat. II, const. dogm. Lumen gentium, 6)… En Jerusalén, el gran Templo de Salomón era el lugar del encuentro con Dios en la oración; en el interior del Templo estaba el Arca de la alianza…, un recuerdo del hecho de que Dios había estado siempre dentro de la historia de su pueblo… también nosotros, cuando vamos al templo, debemos recordar esta historia, cada uno de nosotros nuestra historia, cómo me encontró Jesús, cómo Jesús caminó conmigo, cómo Jesús me ama y me bendice. Lo que estaba prefigurado en el antiguo Templo, está realizado, por el poder del Espíritu Santo, en la Iglesia: la Iglesia es la “casa de Dios”, el lugar de su presencia, donde podemos hallar y encontrar al Señor; la Iglesia es el Templo en el que habita el Espíritu Santo que la anima, la guía y la sostiene. Si nos preguntamos: ¿dónde podemos encontrar a Dios? ¿Dónde podemos entrar en comunión con Él a través de Cristo? ¿Dónde podemos encontrar la luz del Espíritu Santo que ilumine nuestra vida? La respuesta es: en el pueblo de Dios, entre nosotros, que somos Iglesia… Y es el Espíritu Santo, con sus dones, quien traza la variedad. Esto es importante: ¿qué hace el Espíritu Santo entre nosotros? Él traza la variedad que es la riqueza en la Iglesia y une todo y a todos, de forma que se construya un templo espiritual, en el que no ofrecemos sacrificios materiales, sino a nosotros mismos, nuestra vida (cf. 1 P 2, 4-5). La Iglesia no es un entramado de cosas y de intereses, sino que es el Templo del Espíritu Santo, el Templo en el que Dios actúa, el Templo del Espíritu Santo, el Templo en el que Dios actúa, el Templo en el que cada uno de nosotros, con el don del Bautismo, es piedra viva… ¡todos somos necesarios para construir este Templo! Nadie es secundario. Nadie es el más importante en la Iglesia; todos somos iguales a los ojos de Dios. Alguno de vosotros podría decir: «Oiga, señor Papa, usted no es igual a nosotros». Sí: soy como uno de vosotros, todos somos iguales, ¡somos hermanos! Nadie es anónimo: todos formamos y construimos la Iglesia. November 20, 2013 at 05:00PM

Hermanos Franciscanos

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