[…] Aclamen a Dios en toda la tierra, canten salmos a su glorioso nombre, hagan alarde de sus alabanzas. Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores. Vengan a ver las obras de Dios: sus milagros que a los hombres espantan. Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, que se escuchen sus voces, que lo alaban, Vengan a oírme los que temen a Dios, les contaré lo que hizo por mí. Mi boca le gritaba alabanzas pues estaban debajo de mi lengua. August 12, 2013 at 05:00PM
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