Ártículos Más Recientes

10:45 a.m.


Hijos míos: Nosotros amamos porque Dios nos amó primero. El que dice: "Amo a Dios", y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve? Este es el mandamiento que hemos recibido de él: el que ama a Dios debe amar también a su hermano. El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él, La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.

10:45 a.m.


Para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. Los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Que él viva, que le den oro de Arabia, y que sin tregua rueguen por él; lo bendecirán el día entero. Que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz.

10:45 a.m.


Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: "¿No es este el hijo de José?".

10:45 a.m.


Dios Bueno, Padre de nuestro Señor Jesucristo Mira estos bautizados sobres los cuales imponemos las manos: Por el bautismo, los libraste del pecado, Los hiciste renacer del agua y del Espíritu (Jn 3,4) Como lo prometiste, Derrama ahora sobre ellos tu Santo Espíritu. Dales plenamente El Espíritu que moraba sobre tu Hijo Jesús: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de piedad, (Is 11,2) y cólmalos del espíritu de adoración. Por Jesucristo nuestro Salvador Que vive por los siglos de los siglos.

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.