Ártículos Más Recientes

10:49 a.m.
Israel era una viña exhuberante, que producía su fruto. Cuanto más se multiplicaban sus frutos, más multiplicaba él los altares; cuanto mejor le iba al país, mejores hacía él las piedras conmemorativas. Su corazón está dividido, ahora tendrán que expiar: el mismo Señor destrozará sus altares, devastará sus piedras conmemorativas. Seguramente dirán entonces: "No tenemos rey, porque no hemos temido al Señor. Pero el rey ¿que podría hacer por nosotros?". ¡Samaría está completamente perdida! Su rey es como una astilla sobre la superficie de las aguas. Los lugares altos de Aven, el pecado de Israel, también serán destruidos; espinas y cardos invadirán sus altares. Ellos dirán entonces a las montañas: "Cúbrannos", y a las colinas: "¡Caigan sobres nosotros!". Siembren semillas de justicia, cosechen el fruto de la fidelidad, roturen un campo nuevo: es tiempo de buscar al Señor, hasta que él venga y haga llover para ustedes la justicia.

10:49 a.m.
Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro! recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca! Descendientes de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra rigen sus decretos.

10:49 a.m.
Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.

10:49 a.m.
Hemos recibido más de lo que hemos dado; dejamos pequeñas cosas y encontramos bienes inmensos. Cristo devuelve cien veces más de lo que se hace por él: “Si quieres ser perfecto, ves, vende todo lo que tienes y da a los pobres el precio de lo vendido. Después, ven y sígueme”. “Si quiere ser perfecto” –las grandes cosas siempre las escogemos libremente. Es por eso que el apóstol no hace un precepto de la virginidad (1C 7), porque Jesús ha dicho: “¡La observa el que puede! Es un don que viene de la misericordia de Dios” (cf Mt 19,12). “Si quieres ser perfecto”; nadie lo impone a fin de que el sacrificio sea voluntario y el mérito, mayor. Y sin embargo, para llegar a la perfección no se trata simplemente de menospreciar las riquezas y dar los propios bienes, de liberarse de lo que se puede perder o adquirir en un momento. Esto es lo que han hecho los filósofos; un cristiano debe hacer más que ellos. No basta con dejar los bienes terrestres, es necesario seguir a Cristo. Pero ¿qué es seguir a Cristo? Es renunciar a todo pecado y adherirse a todo lo que es virtud. Cristo es la Sabiduría eterna, es este tesoro que se encuentra en un campo (Mt 13,44), en el campo de la Santas Escrituras. Es la perla preciosa por la cual es preciso sacrificar a otras muchas (Mt 13,46). Todavía más, Cristo es la santidad, la santidad sin la cual nadie verá el rostro de Dios. Cristo es nuestra redención, nuestro redentor; es nuestro rescate (1Tm 2,6). Cristo lo es todo: así pues, el que acepte dejarlo todo por él, todo lo encontrará en él. Éste podrá decir: “El Señor es el lote de mi heredad y mi copa” (sl 15,5)… No deis solamente vuestro dinero si queréis seguir a Cristo. Daos vosotros mismos a él; imitad al Hijo del Hombre que no ha venido para ser servido, sino para servir (Mc 10,45).

10:42 p.m.
Bloch-Sermon_On_The_Mount

🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Verbum Spei”
“Palabra de Esperanza”
https://m.facebook.com/ParroquiaSanPabloAcala/
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸
*14° Martes Tiempo Ordinario*
*El Evangelio de hoy*
*Mateo 9, 32-38*

En aquel tiempo, llevaron ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el demonio. Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud, maravillada, decía: “Nunca se había visto nada semejante en Israel”. Pero los fariseos decían: “Expulsa a los demonios por autoridad del príncipe de los demonios”.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.

*Reflexión:*
En este mundo individualista, en el que muchos de nuestros hermanos viven sólo para sí mismos, sin ver a los demás, Jesús nos recuerda que no estamos ni viajamos solos. Jesús vio a todas estas personas que necesitaban de alguien que los instruyera, que los ayudara a mejorar su vida, a descubrir y construir el Reino de los cielos, y dice la Escritura que: “Tuvo compasión de ellos”.
Si la evangelización y la promoción social, a la que nos invita el Evangelio, no avanza, o no avanza como debiera, es porque a muchos de los cristianos nos falta “sentir compasión” de aquellos que no conocen la verdad del Evangelio, porque sólo pensamos en nosotros mismos, porque es suficiente que yo conozca a Jesús, me reúna con mis hermanos a orar y a dar gloria a Dios, sin pensar que, también nosotros, somos el medio para que otros lo conozcan y lo amen; porque si el Evangelio se separa de la caridad y del servicio, se convierte en una filosofía.
Debemos orar al Señor que envíe operarios a la mies. Sí, pero sería más importante, al menos en estos momentos de la historia, orar para que el Señor nos haga reconocer, en nosotros mismos, a estos operarios, para que el Señor verdaderamente mueva nuestro corazón a la compasión por los demás y al celo por el Evangelio.
(Evangelización Activa).

*Oración:*
Señor Jesús, no dejes que mi vida se convierta en un desperdicio ni en un sembrar vientos; por tu gracia y amor instrúyeme para sembrar, en mi vida y en mi entorno, la semilla de la eternidad, esa semilla que ni el polvo ni la polilla destuyen y te pido que la riegues con tu agua de vida, el Espíritu Santo. Amén.

*Acción:*
Hoy tendré un gesto de amor y caridad con alguien que se resiste a la fe y lo haré con la conciencia de que es una semilla de eternidad para él y los suyos.
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
“Nuntium Verbi Dei
“Mensaje de la palabra de Dios”
🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸🔸

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.