Ártículos Más Recientes

11:24 a.m.
Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. Porque él nos dice en la Escritura: En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación. En cuanto a nosotros, no damos a nadie ninguna ocasión de escándalo, para que no se desprestigie nuestro ministerio. Al contrario, siempre nos comportamos como corresponde a ministros de Dios, con una gran constancia: en las tribulaciones, en las adversidades, en las angustias, al soportar los golpes, en la cárcel, en las revueltas, en las fatigas, en la falta de sueño, en el hambre. Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo, con un amor sincero, con la palabra de verdad, con el poder de Dios; usando las armas ofensivas y defensivas de la justicia; sea que nos encontremos en la gloria, o que estemos humillados; que gocemos de buena o de mala fama; que seamos considerados como impostores, cuando en realidad somos sinceros; como desconocidos, cuando nos conocen muy bien; como moribundos, cuando estamos llenos de vida; como castigados, aunque estamos ilesos; como tristes, aunque estamos siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como gente que no tiene nada, aunque lo poseemos todo.

11:24 a.m.
Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.

11:24 a.m.
Jesús, dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.

11:24 a.m.
Vivir de Amor, es darse sin medida sin reclamar ningún salario aquí abajo. ¡Ah! doy sin contar, estando muy segura que cuando se ama, no se calcula! Al Divino Corazón, desbordante de ternura, se lo he dado todo... corro ligera. No me queda nada más que mi única riqueza: Vivir de Amor. Vivir de Amor, es expulsar todo temor, todo recuerdo de las faltas pasadas. De mis pecados no veo ninguna huella, ¡en un instante el amor lo que quemado todo! Llamarada divina, oh dulce hoguera, en tu hogar he fijado mi estancia. Es en tu fuego que yo canto a mi placer (cf Dn 3,51): «¡Vivo de Amor!»... «Vivir de Amor, ¡qué extraña locura!» El mundo me dice: «¡Ah! deja de cantar, no pierdas tus perfumes, tu vida: sepas emplearlas útilmente!» Amarte, Jesús ¡qué perdida tan fecunda! Todos mis perfumes son tuyos para siempre, Quiero cantar al salir de este mundo: «¡Muero de Amor!» Amar es darlo todo y darse a sí mismo.

12:22 a.m.
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               *”Verbum Spei”*

        _”Palabra de Esperanza_

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*11° Domingo Tiempo Ordinario*

*El Evangelio de hoy*

*Mateo 9, 36; 10, 8*
En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”.

Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.

Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: “No vayan a tierra de paganos ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente”.

*Reflexión*

Hoy en día hay multitudes extenuadas y desamparadas que necesitan a alguien que las lleve a Cristo, el Pastor. Después de dos mil años, la cosecha sigue siendo inmensa, incluso más grande que antes. Dios nos pensó y nos llamó para ser un trabajador en este campo concreto: en las calles por las que camino, con las personas que conozco, inmerso en situaciones que me apelan personalmente.

Los apóstoles recibieron una tarea que, a su vez, debían pasar a las futuras generaciones. Pidió oraciones para que el Padre enviara más obreros, unidos por una misión divina.

Hacen falta apóstoles generosos y valientes que anuncien el Reino de Cristo. Hacen falta misioneros que vayan en busca de las ovejas perdidas. Hacen falta discípulos que consuelen el Corazón de Cristo y hagan algo por su amor. Él piensa en nosotros. ¿Quiero poner mi nombre en esta lista? Sí, mi nombre y apellido ha sido escogido especialmente por Jesús para predicar su mensaje por el mundo, con el fin de perpetuar de generación en generación este ministerio apostólico: “Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el reino de lo cielos”.

*Oración*

Señor Jesús, tú que fuiste enviado por el Padre para redimir a los hombres, danos la fuerza del Espíritu Santo, para anunciar el Evangelio a todos los pueblos, y reunirlos en tu rebaño para santificarlos y los guiarlos a la salvación. Amén.
*Acción*

Hoy seré discípulo en mi familia, ayudando en lo que sea necesario. Además por ser el día del padre, lo felicitaré e invitaré a misa y buscaré un diálogo profundo con Él.

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         *”Nuntium Verbi Dei”*   

_”Mensaje de la palabra de Dios”_

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Hermanos Franciscanos

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