Ártículos Más Recientes

12:40 a.m.
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34

Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.» Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.


Oración introductoria


Jesucristo, te doy gracias por los momentos en que piensas en mí sin que yo me dé siquiera cuenta. Concédeme imitar tu ejemplo. Que aprenda a mirar las necesidades de los demás antes que las mías. Que lo haga de corazón, no por aparentar. Te pido por mis seres queridos, por mis amigos y por las personas que aún no te conocen. Quiero ofrecerte esta oración en acción de gracias por tu presencia en la Eucaristía y en mi corazón.


Petición


Llévame, Señor, al silencio de mi alma para estar contigo y gozar de tu presencia.


Meditación del Papa Francisco


El Señor nos quiere parte de una Iglesia que sabe abrir los brazos para acoger a todos, que no es la casa de pocos, sino la casa de todos, donde todos pueden ser renovados, transformados, santificados por su amor, los más fuertes y los más débiles, los pecadores, los indiferentes, aquellos que se sienten desalentados y perdidos.

La Iglesia ofrece a todos la posibilidad de recorrer el camino de la santidad, que es el camino del cristiano: nos hace encontrar a Jesucristo en los sacramentos, especialmente en la confesión y en la eucaristía; nos comunica la Palabra de Dios, nos hace vivir en la caridad, en el amor de Dios hacia todos.

Preguntémonos, entonces: ¿nos dejamos santificar? ¿Somos una Iglesia que llama y acoge con los brazos abiertos a los pecadores, que dona valentía, esperanza, o somos una Iglesia cerrada en sí misma? ¿Somos una Iglesia en al que se vive el amor de Dios, en la que hay atención hacia el otro, en la que se reza los unos por los otros?. (S.S. Francisco, 2 de octubre de 2013).


Reflexión apostólica


La caridad de Jesucristo no conoce el ensimismamiento en los propios problemas o dificultades. Él nos enseña a salir del círculo estrecho de mi "yo y mis circunstancias", sean éstas felices o penosas. Cuando más queramos encerrarnos en nosotros mismos, levantemos la mirada del corazón y veamos a Cristo en la barca, predicando sin descanso a sus hermanos, los hombres. Imitemos su ejemplo y extendamos su Reino con generosidad. Pensemos en lo que realmente vale la pena: la salvación de las almas a nosotros encomendadas.


Propósito


Procuraré escuchar a mis amigos, familiares y compañeros con atención y sin dar muestras de prisas.


Diálogo con Cristo


¡Gracias Jesús por enseñarme a mirar las necesidades de los demás antes que las propias! Ayúdame a entender que sólo el contacto contigo en la Eucaristía logrará cambiar mi corazón. No lo logrará ni mi buena voluntad, ni medicina alguna en el mundo. Haz que anhele el recogimiento de mi alma, ese humilde sagrario donde me esperas para enseñarme a vivir como Tú.


"La caridad comienza en la oración; muchas veces sólo se pide por las propias necesidades y problemas, sin pensar en los que nos rodean."



February 08, 2014 at 12:33AM

11:07 a.m.
El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos. En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: "Pídeme lo que quieras". Salomón respondió: "Tú has tratado a tu servidor, David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?". Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo: "Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida. February 06, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
¿Cómo un joven purifica su camino? Basta con que observe tus palabras. ¡Con todo mi corazón te he buscado, no me desvíes de tus mandamientos! En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti. ¡Bendito seas, Señor, enséñame tus preceptos! Con mis labios he enumerado todos los juicios de tu boca. Me he complacido en seguir tus testimonios más que en tener toda una fortuna. February 06, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. February 06, 2014 at 05:00PM

11:07 a.m.
El amor divino es la flor y la misericordia el fruto. El alma que duda que lea estas consideraciones sobre la misericordia y confiará: Misericordia divina que brota del seno del Padre, confío en ti. Misericordia divina, el atributo más grande de Dios, confío en ti. Misericordia divina, misterio inconcebible, confío en ti. Misericordia divina, fuente que brota del misterio de la Santa Trinidad, confío en ti. Misericordia divina, insondable a todo espíritu humano o angélico, confío en ti. Misericordia divina, de donde brota la vida y la felicidad, confío en ti. Misericordia divina, por encima de los cielos, confío en ti. Misericordia divina, fuente de milagros y maravillas, confío en ti. Misericordia divina, que envuelves el universo entero, confío en ti. Misericordia divina, venida al mundo en la persona del Verbo encarnado, confío en ti. Misericordia divina, que sales de la herida abierta del Corazón de Jesús, confío en ti. Misericordia divina, contenida en el Corazón de Jesús por nosotros y particularmente por los pecadores, confío en ti. Misericordia divina, insondable en la institución de la Santa Eucaristía, confío en ti. Misericordia divina, que has fundado la Santa Iglesia, confío en ti. Misericordia divina, en el sacramento del Bautismo, confío en ti. Misericordia divina nuestra justificación por Jesucristo, confío en ti. February 06, 2014 at 05:00PM

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.