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12:09 a.m.








Jesús ante la Ley antigua
Jesús ante la Ley antigua

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19

«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.


Oración introductoria


Dios mío, me postro ante Ti en esta oración, quiero escucharte y ser dócil a tus inspiraciones, porque sólo Tú podrás dar plenitud a mi vida.


Petición


Señor, dame la gracia para que nunca contradiga tus mandamientos, concédeme ser un auténtico seguidor y testigo de tu amor.


Meditación del Papa


La mentalidad actual propone una libertad desvinculada de valores, de reglas, de normas objetivas, y que invita a rechazar todo lo que suponga un límite a los deseos momentáneos. Pero este tipo de propuesta, en lugar de conducir a la verdadera libertad, lleva a la persona a ser esclava de sí misma, de sus deseos inmediatos, de los ídolos como el poder, el dinero, el placer desenfrenado y las seducciones del mundo, haciéndola incapaz de seguir su innata vocación al amor.

Dios nos da los mandamientos porque nos quiere educar en la verdadera libertad, porque quiere construir con nosotros un reino de amor, de justicia y de paz. Escucharlos y ponerlos en práctica no significa alienarse, sino encontrar el auténtico camino de la libertad y del amor, porque los mandamientos no limitan la felicidad, sino que indican cómo encontrarla. Jesús, al principio del diálogo con el joven rico, recuerda que la ley dada por Dios es buena, porque "Dios es bueno". Benedicto XVI, Mensaje para la XXV Jornada de la Juventud, 2010.


Reflexión


Toda esa tremenda legislación se convirtió en una carga demasiado pesada. Los mismos judíos experimentan esta casi insuperable dificultad. Ser un hombre perfecto, como Dios lo quiere, sin estar unido verdaderamente a Dios desde el interior, es una tarea imposible.


Los actos externos, el culto, los ritos y todos los sacrificios, no pueden todo unido llegar al valor de un simple acto de contricción, de una simple y sencilla oración que nace del corazón y que diga: "Señor, ten piedad de mi, porque soy un pecador... un corazón contrito y humillado tú, Oh Dios, no lo desprecias", dice el salmo. Cuántos se habían olvidado de esto en aquellos tiempos, y cuántos hoy pensamos que para tranquilizar la conciencia basta un acto externo, una limosna, o ni siquiera eso... Hemos adaptado tanto a nuestro antojo la ley de Dios que su contenido casi ha desaparecido o nos contentamos con "decir algo a Dios de vez en cuando"...


El camino de una verdadera conversión interior, es el de un leal esfuerzo por interiorizar nuestra experiencia y relación con Él, pero sin dejar de aprovechar las riquezas espirituales de la Iglesia, sobre todo a través de los sacramentos. Ahí encontraremos al Señor siempre que le busquemos. Su espíritu está ahí presente y actúa por encima de las instituciones y de las personas... Yo estaré con vosotros hasta el final del mundo...


Propósito


Cumplir siempre las leyes civiles y de la Iglesia y reflexionar en qué sentido me lleva a vivir más plenamente el amor.


Diálogo con Cristo


Señor, erróneamente existe la tendencia de pensar que así como el agua y el aceite no se mezclan, tampoco lo hacen tus mandamientos y la felicidad. Por eso, con diligencia voy adormilando mi conciencia, y sutilmente hago a un lado todo lo que implique renuncia, esfuerzo, sacrificio. Gracias por recordarme que me ofreces tu gracia y amor para ser fiel siempre a tu ley, que tiene como fundamento el amor.



June 11, 2013 at 11:42PM

12:09 a.m.
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16

«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.


Oración introductoria


Dios mío, me has llamado a la santidad. Ilumina mi mente y mi corazón en esta oración para descubrir dónde se encuentra la verdadera felicidad, sólo ésta quiero desear y no las burdas imitaciones que me ofrece el mundo.


Petición


Señor, te pido que deje entrar tu luz a mi conciencia para ser sal que ilumine y dé sabor a la vida de los demás.


Meditación del Papa


La verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance. Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos. A esto os ayudará el Señor, que os propone ser sencillos y eficaces como la sal, o como la lámpara, que da luz sin hacer ruido. Todo esto nos invita a volver siempre la mirada a Cristo, en cuyo rostro resplandece la Verdad que nos ilumina, pero que también es el Camino que lleva a la plenitud perdurable, siendo Caminante junto a nosotros y sosteniéndonos con su amor. Arraigados en Él, seréis buenos guías de nuestros jóvenes. Con esa esperanza, os pongo bajo el amparo de la Virgen María, Trono de la Sabiduría, para que Ella os haga colaboradores de su Hijo con una vida colmada de sentido para vosotros mismos y fecunda en frutos, tanto de conocimiento como de fe. Benedicto XVI, 19 de agosto de 2011.


Reflexión


Esos a quienes llamamos santos lograron la nota más alta en su vida porque se dedicaron a servir. Porque se entregaron sin límites a sus hermanos. La alegría del cristiano es una alegría verdadera, profunda que está llamada a ser sal de la tierra. No puede quedarse oculta. Siendo lo que es, debe calar y debe motivarnos a transmitirla, a darla a conocer a los demás. Está felicidad se halla en el encuentro personal con Cristo. Sí, antes de salir a predicar, los santos se encontraron con Jesús. Por ello, tan sólo les bastaba una sonrisa para trasmitir a Dios, lo irradiaban, estaban rebosantes de Él.


Cuentan que un día, san Francisco de Asís le pidió a uno de los frailes cofundadores que se preparara para salir a predicar con él. Salieron y estuvieron caminando y dando vueltas por todo Asís, durante una hora y media. En un cierto momento, el fraile que lo acompañaba le preguntó a san Francisco: “Padre Francisco, usted me dijo que saldríamos a predicar. Hasta ahora, sólo hemos caminado y recorrido todo el pueblo”. San Francisco le respondió: “Hermano, llevamos una hora y media de predicación. No hay mejor predicación que la sonrisa y el testimonio de una vida auténticamente cristiana”.


Ojalá que también nosotros prediquemos el mensaje de la felicidad, de la sonrisa, de la plenitud cristiana. Que seamos sal y luz para nuestros familiares y amigos. Quien verdaderamente se ha encontrado con Jesús no puede callar, no puede encerrarse en sí mismo, debe compartirlo con todo el mundo.


Propósito


Ser el primero en disculparme u ofrecer una solución en alguna discusión que se presente.


Diálogo con Cristo


Jesús, me llamas a ser la sal y la luz para los demás, esto implica que mi testimonio de vida, palabras y acciones deben ser un reflejo de tu amor, de tu misericordia infinita. Tu gracia es la fuente para la felicidad. Ayúdame, Señor, a guiarme en todo por el Espíritu Santo, para que Él sea quien edifique, en mí, al auténtico testigo de tu amor.


La gente que ama mucho sonríe fácilmente, porque la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad a sí mismo. Y atención porque se habla de sonrisa y no de risa. "Mayor felicidad hay en dar que en recibir" (Hch 20, 35).



June 11, 2013 at 11:42PM

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1 - 12

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos posseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.


Oración introductoria


Señor, gracias por indicarme tan claramente el camino para poder alcanzar la dicha, la alegría que me hará saltar de contento por toda la eternidad. Guía mi oración para que este día esté orientando hacia mi meta final.


Petición


Dios mío, que las bienaventuranzas sean mi criterio de vida, mi forma de pensar y de comportarme.


Meditación del Papa


No se trata de una nueva ideología, sino de una enseñanza que procede de lo alto y que toca a la condición humana, que el Señor, al encarnarse, quiso asumir para salvarla. Por este motivo, "el sermón de la montaña se dirige a todo el mundo, en el presente y en el futuro... y sólo puede ser comprendido y vivido en el seguimiento de Jesús, caminando con Él". Las Bienaventuranzas son un nuevo programa de vida para liberarse de los falsos valores del mundo y abrirse a los verdaderos bienes presentes y futuros. Cuando Dios consuela, sacia el hambre de justicia, enjuga las lágrimas de los afligidos, significa que, además de recompensar a cada uno de manera sensible, abre el Reino de los Cielos. "Las Bienaventuranzas son la transposición de la cruz y de la resurrección en la existencia de los discípulos". Reflejan la vida del Hijo de Dios que se deja perseguir, despreciar hasta la condena a muerte para dar a los hombres la salvación. Benedicto XVI, 30 de enero de 2011.


Reflexión


Jesús, como en tantas otras ocasiones ha salido a predicar en descampado. Sus apóstoles y el gentío le siguen gustosos, porque saben que el Maestro tiene palabras de vida eterna. El pueblo de Israel, vagaba desconcertado por sus propios guías, los escribas, fariseos y saduceos, a quienes Jesús calificó de guías ciegos. Ahora que aparece Jesús, ¿será el Mesías? se preguntan muchos para sus adentros, pero no encuentran en El nada de la figura de un libertador terreno, lleno de poder y castigador de sus adversarios, tan prometido por sus maestros.


Al contrario, para quienes venían buscando liberación política para Israel, topan con un Mesías que les propone el camino de la abnegación, de la humildad, de la pobreza, del sufrimiento... Pero todo esto basado en una recompensa grande en el Reino de los Cielos.


El sermón de la montaña ha resonado tantísimas veces en el corazón de los cristianos de todos los tiempos, y ha sido para todos, el mensaje de la esperanza, en medio del vaivén de las dificultades del mundo. Es la paradoja de la fe, reducida su más clara expresión: bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Es la promesa que todos deseamos ver cumplida algún día. Pero el cristiano no es el que simplemente se resigna a todo lo que le venga. El discípulo de Cristo, empuña el arado todos los días, remueve obstáculos, limpia el terreno, trabaja, porque sabe que su esfuerzo siempre será remunerado, si no aquí, sí en la otra vida.


Por eso las bienaventuranzas no son sólo promesas para esperar, son todo un programa de vida para reformar esta tierra. Si por un día todos los hombres fuéramos pobres de espíritu, mansos de corazón, pacíficos, misericordiosos, limpios de corazón, podríamos traer el cielo a la tierra. Es cierto que el Señor permite el mal en nuestras sociedades, la desorientación y las injusticias, pero no podemos olvidar que si lo permite, es porque está seguro de obtener de todo ello un bien mayor.


Propósito


Como cristianos nos toca testimoniar este mensaje, viviéndolo en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida profesional y familiar, dejando a Dios la posibilidad de iluminar al mundo con la luz que emane de nuestras vidas.



June 09, 2013 at 11:22PM

Del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-51

María y José iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando. Él les dijo: Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.


Oración introductoria


Señor, quiero ocuparme en tus cosas, quiero que seas Tú el centro de mi vida y, cumplir tu voluntad, el incentivo de todas mis acciones. ¡Ven Espíritu Santo! Ilumina mi mente y mi corazón en esta oración.


Petición


Espíritu Santo, dame la fortaleza para cumplir la voluntad de Dios.


Meditación del Papa


Narrándonos el episodio de Jesús que, a los doce años de edad, va al templo y se sienta a enseñar a los maestros, el evangelista Lucas deja entrever que Jesús, quien reza después del bautismo del Jordán, tiene una larga costumbre de oración íntima con Dios Padre, radicada en las tradiciones, en el estilo de vida de su familia, en las experiencias decisivas vividas en ella. La repuesta del niño de doce años a José y a María indica ya esta filiación divina, que la voz celestial manifiesta después del bautismo: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". Al salir de las aguas del Jordán, Jesús no inaugura su oración, sino que continúa su relación contante, habitual con el Padre; y, en esta unión íntima con Él, da el paso de su vida escondida de Nazaret a su ministerio público. La enseñanza de Jesús sobre la oración viene, seguramente, de su forma de rezar adquirida en familia, pero que tiene su origen profundo y esencial en el hecho de ser el Hijo de Dios, en su relación única con Dios Padre. Benedicto XVI, 30 de noviembre de 2011.


Reflexión


Quién mejor que una madre como María sabe lo que significa perder al Hijo de Dios, y a su propio hijo. Si en eso momentos Dios Padre le hubiese pedido cuentas a María de la educación de su hijo ¿qué hubiese respondido María? ¿Se me perdió y no lo encuentro o está cumpliendo tu voluntad? Por lo angustiada que estaba parecería que respondería se me perdió. Con esto no hay otra prueba más convincente de que María amaba a Jesús como tantas otras madres posiblemente amaban sus hijos. Era su hijo y como tal lo amaba y lo cuidaba. Sin embargo, el mismo amor de madre le llevó a callarse ante la respuesta de Jesús: tenía que ocuparme de las cosas de mi padre. ¿Que Jesús no sabía que María estaba dando su vida por Él? ¿No sabía que sin la ayuda de una madre no hubiese podido sobrevivir? ¿Y que si no moría de hambre moriría asesinado por los hombres de Herodes? Posiblemente lo sabía pero también tenía bien claro la misión que debía cumplir, y debía comenzar cuanta antes.


Pero detengamos por más tiempo nuestra mirada en María. Una madre que ha cuidado durante 12 años a su hijo y ahora su hijo le sale con esta respuesta tan desconcertante. Son los riesgos de una madre. A más amor por el hogar más sacrificios que debe afrontar.


Ojalá que en nuestra vida también se cumplan estas palabras que dijo Juan Pablo II de ella: toda su vida fue una peregrinación de fe. Porque caminó entre sombras y esperó en lo invisible, y conoció las mismas contradicciones de nuestra vida terrena.


Propósito


Que como María también nuestra vida sea un peregrinar en la fe cuando no entendamos los por qué de la vida y ofrecer un misterio del rosario por un miembro de mi familia que esté alejado de la Iglesia.


Diálogo con Cristo


Señor Jesús, la angustia que pasó la santísima Virgen al no encontrarte es la peor pesadilla de cualquier padre de familia. Qué difícil debe haber sido para ella el no entender tu aparente indiferencia a su sufrimiento. Permíteme crecer en tu gracia para que, al igual que María, sepa aceptar la angustia o el dolor, sin dejar mi oración, confiando siempre en tu Divina Providencia.


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La devoción al Inmaculado Corazón de María


Consulta también al P. Jesus Martí Ballester en su artículo El Inmaculado Corazón de María



June 07, 2013 at 11:42PM

Del santo Evangelio según san Lucas 15, 3-7

En aquel tiempo Jesús dijo esta parábola a los escribas y fariseos. ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido." Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión.


Oración introductoria


Dios mío, Tú eres rico en misericordia, al punto tal de entregarnos a tu Hijo Jesús, para librarnos del pecado. Me reconozco pecador, indigno y débil, humildemente imploro me acojas en esta oración porque quiero permanecer en tu rebaño.


Petición


Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por mis pecados, ten piedad y misericordia.


Meditación del Papa Benedicto XVI


Cuántas veces, en cambio, constatamos que construir ignorando a Dios y su voluntad nos lleva a la desilusión, la tristeza y al sentimiento de derrota. La experiencia del pecado como rechazo a seguirle, como ofensa a su amistad, ensombrece nuestro corazón. Pero aunque a veces el camino cristiano no es fácil y el compromiso de fidelidad al amor del Señor encuentra obstáculos o registra caídas, Dios, en su misericordia, no nos abandona, sino que nos ofrece siempre la posibilidad de volver a Él, de reconciliarnos con Él, de experimentar la alegría de su amor que perdona y vuelve a acoger.

Queridos jóvenes, ¡recurrid a menudo al Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación! Es el Sacramento de la alegría reencontrada. Pedid al Espíritu Santo la luz para saber reconocer vuestro pecado y la capacidad de pedir perdón a Dios acercándoos a este Sacramento con constancia, serenidad y confianza. El Señor os abrirá siempre sus brazos, os purificará y os llenará de su alegría: habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte. (Benedicto XVI, Mensaje para la XXVII Jornada Mundial de la Juventud).


Reflexión


Cristo nos quiere mostrar una fotografía suya y nos deja una de sus mejores poses. Nos enseña la del buen pastor que va en busca de la oveja perdida. Pensemos que esa oveja perdida tal vez somos nosotros. Es una fotografía que revela el amor más sincero que jamás persona alguna nos ha manifestado.


Un amor sin miedo a dejar el resto del rebaño para buscar en el desierto la oveja descarriada, para salir al encuentro del alma que vive perdida en el desierto de su pecado, de su desinterés por el amor de Dios, de su soberbia. ¿Alguna vez nos hemos preguntado las ocasiones en que Jesús ha salido a nuestro encuentro para tornarnos a casa sobre sus hombros? Sí, justo aquella ocasión en que llevaba 2 años sin confesión y gracias al testimonio de una persona o de un "no sé qué interior", volví del desierto de mi soberbia para reconciliarme con Cristo. ¿Cuántas veces se lo hemos agradecido? ¿Cuántas veces le hemos dicho "gracias Señor por llevarme en tus hombros cuando estaba perdido en mi orgullo y no sabía cómo regresar al redil de tu gracia? Pero ahora que estoy en tus hombros déjame decirte que jamás quiero volver a separarme de ti".


Digámoselo hoy, fiesta del Sagrado Corazón, y esperemos confiados pues, ¿cómo va a olvidarse de nosotros el corazón de Cristo que sólo genera e irradia amor?


Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús


Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, consagramos alegremente nuestra familia a tu Divino Corazón.


Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,

el Jefe protector de nuestro hogar,

el Rey y Centro de nuestros corazones.


Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y amigos.


Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.


Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.


Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestros grupos de amigos de estudio y trabajo.

Queremos ser instrumentos de paz y de vida.


Que nuestro amor a tu Corazón compense,

de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.


Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.

Confianza profunda, ilimitada.


Diálogo con Cristo


Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a Corazón.

En unos de sus «tuits» el Papa Francisco nos exhorta: «Acoge a Jesús resucitado en tu vida. Aunque te hayas alejado, da un pequeño paso hacia Él: te está esperando con los brazos abiertos». Señor, gracias por tu misericordia, gracias por tu paciencia, gracias por comprender mi debilidad, gracias por tanto amor.


Propósito


Poner en mi agenda de actividades la fecha de mi próxima confesión.


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Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús Una devoción permanente y actual.


Junio, mes del Sagrado Corazón Orígen y significado de la fiesta, promesas del Sagrado Corazón.



June 06, 2013 at 11:12PM

Hermanos Franciscanos

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