He aquí lo que dice el amor lleno de confianza: -Entregarse de forma absoluta, incondicional e inalterable en las manos de Dios, Nuestro Padre, incluso cuando las cosas parecen condenadas al fracaso - no considerar a nada ni a nadie, fuera de Dios, como amparo y auxilio - rechazar la duda y el desánimo, "abandona todas nuestras angustias y nuestras preocupaciones en el Señor" (Sl.54,22) y continuar nuestro camino con plena libertad - atrevernos a no tener miedo ante los obstáculos, sabiendo que “nada es imposible a Dios”. (cf Lc 1,37) - contar en todo momento con Dios, Nuestro Padre del cielo, en un movimiento espontáneo de abandono, como el del niño, convencidos de nuestra nada, y al mismo tiempo seguros, con todo el ardor del corazón, de la bondad paternal de Dios.
Publicar un comentario